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13-Nov-2010 --
EN EL NORTE CORDOBÉS
Regresaba de un fin de semana que tuve que viajar a Córdoba a buscar la chata que había roto el embrague en un viaje anterior, cuando paseando por el antiguo Camino Real al Alto Perú a la altura de Barranca Yaco, me tentó la confluencia 30°S 64°O que estaba cerca de dicha ruta pero mucho más al norte. En vez de acercarme a casa como había prometido a mi esposa, empezaba a alejarme. Se lo imaginaba.
Tomé la RN 9 hasta Santa Helena, donde me desvié por una serpenteante ruta de asfalto que me introdujo en las sierras y me depositó en Cerros Colorados, un caserío encajado en las estribaciones de unas sierras de areniscas rojas, donde se ha establecido una Reserva Natural y Cultural debido a la belleza de su geografía y por el patrimonio arqueológico que encierra.
Desde allí parte un pintoresco camino de cornisa hacia Caminiaga que asciende lentamente por una quebrada. Se cruza un par de cristalinos arroyos, con bastante vegetación y curiosamente aparecen algunas palmeras aisladas, aparentemente impropias de este paisaje.
A 7 km de la confluencia, debo abandonar el modo “camino más corto” por “fuera de carretera” ya que el GPS, al no encontrar opciones, enloquece. Me acordaba que el “descubridor” la había logrado después de una larga caminata de 3 km por el monte al este del Camino Real, aunque tenía la secreta esperanza de caminar menos, amparado en mi fiel Vitara “Pampa 02”. Mágicamente apareció una huella hacía el norte con buenas perspectivas, un poco antes del meridiano 64 y me metí.
Poco transitada pero clara, se fue introduciendo en los campos, atravesando tranqueras por suerte sin candado, mientras la distancia se achicaba y el paisaje de palmeras se iba haciendo cada vez más dominante.
Un cartel “Establecimiento Chacras del Sauce” y una nueva tranquera me pusieron a 2 km y el camino seguía…
Entré y a la altura del paralelo 30 la huella torció hacia el oeste achicando aún más la distancia, serpenteando por un verdadero palmar paradisíaco.
A 1300 metros aparece el cuidado casco de una estancia con signos claros de estar habitada. Abro otra tranquera, entro y golpeó las manos: nadie sale aunque hay perros, gatos, cerdos, gallinas, caballos y ropa tendida.
Decido esperar a que alguien aparezca. Me preparé unos mates bajo un sol abrasador y dejé pasar una media hora. Nadie vino.
Y ahora? La tranquera que seguía implicaba pasar por el patio de la casa. Dejar la chata con todas las cosas encima sin avisar no me parecía respetuoso. Me iba a tener que volver con las manos vacías pese a estar a 1300 metros de la confluencia?
La respuesta fue si. Estaba solo y la intuición me decía que mejor no intentarlo de ese modo. Con todo el dolor del alma emprendí el regreso pensando en la opción del Camino Real más allá de Caminiaga, pese a que ya era medio tarde. Veríamos dentro un rato.
Saliendo de las primeras tranqueras veo venir una camionetita blanca y le hago señas para que pare. Para y le pregunto si sabe cómo puedo ubicar a alguien de la “Chacras del Sauce”. Y ahí vino lo inesperado: Soy el dueño y me acompaña el puestero. Qué anda necesitando, mi amigo?
No lo podía creer. Otra vez los Dioses estaban conmigo. Explique mi propósito y no tuvo problemas en que trate de alcanzar el objetivo dentro de su propiedad, con la sola condición que los mencione en el relato. No supieron decirme si la huella me iba a seguir acercando pero me dijeron que pruebe.
Señores Martínez y Medina, aquí cumplo con lo prometido y aprovecho para agradecerles su valiosa colaboración.
A toda velocidad regresé al puesto, crucé la otra tranquera y me mandé por la tenue huella, que casi desdibujada, se metía en el monte. Primero empezó a alejarse hacia el noroeste pero tozudamente la seguí un poco más y volvió a acercarse a la confluencia de nuevo.
A 1600 metros, se metió en una zona de piedras bien trialera que me obligó a bajarme y estudiar bien por donde pasar. Lo bien que me hubiera venido un copiloto !!
Después de renegar un rato pasé los obstáculos, abro otra tranquera y sigo ahora hacia el sur bordeando un alambrado pero pisando vegetación espinosa cada vez más cerrada. A 1300 metros veo que no vale la pena seguir con la chata. Estaba igual que cuando estaba en el puesto pero quien me quitaba la diversión.
Agarro la mochila con un par de botellas de agua y bajo el sol abrasador me voy en busca de la confluencia.
El monte cerrado y el pasto no sólo dificultan el paso sino que me hacer extremar los cuidados por eventual aparición de víboras, sobre todo porque estoy solo. Después de largos 20 minutos alcanzo el círculo mágico de los 100 metros de diámetro, el terreno se limpia y consigo clavar todos los ceros con exactitud. Misión cumplida!!
Armo una pequeña pirca para señalar el sitio, saco las fotos de práctica y me retiro presuroso, disfrutando el éxito y el paisaje serrano. Son más de las cuatro de la tarde y en vez de estar más cerca de casa, me había alejado todo lo posible.
Empiezo a volver pero pensando en la próxima, la 31°S 63°O.
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13-Nov-2010 --
AT THE NORTH OF CORDOBA
Coming back from Jesus María, Córdoba, along “Camino Real” road, on a weekend that I had gone there to recover my 4WD car (the clutch was broken in my last trip), I realized that the confluence 30°S 64°W was near me and I couldn’t avoid the temptation of attempting to catch it. Instead of becoming closer to my home as I had promised to my wife, I moved a little bit away…She was imagined it
I took the NR9 road toward Santa Helena town, where I turned left by a zigzagging and new asphalt road that led me to the little town of Cerros Colorados, placed in the heart of the old mountains of red sandstorms. There, it was established a Natural and Cultural Reserve due to the beauty of the place and the richness of archeological heritage.
From there, an unpaved mountain road full of local color to Caminiaga Town went up along a ravine, crossing a couple of crystalline streams. Curiously, some isolated palm trees appeared out of the context in this landscape.
At 7 km of the confluence, I must change the GPS mode from “Shortest roads” to “Off road” because the maps didn’t have information and the GPS became mad. I remembered that the previous visitor reached the confluence after a long walk of 3 km through the bushes at the east of “Camino Real” road, although I had the secret hope to get a better approach with my 4WD car. Magically, a little before of the meridian # 64, a path to the north appeared and I followed it.
Not much used but clear, the path was introducing itself in private countries, trespassing many gates -luckily without padlocks-, meanwhile the distance to the confluence was reducing and the landscape of palm trees was becoming prevailing.
An advertisement -“Establecimiento Chacras del Sauce”- and a new gate put me at only 2 km of the confluence and the path continued…
I crossed the gate and at the level of parallel #30, the path turned to the west and continued reducing the distance a little more, winding along a real paradise of palm trees.
At 1300 meters I found a farmhouse with no people although it looked like inhabited. I knocked on the doors but nobody appeared, except cats, dogs, horses, pigs and chickens.
I decided to wait for somebody. I drunk some “mates” under the burning sun and I spent a half hour waiting. Nobody appeared.
And so? To cross the next gate entailed to pass trough the courtyard of the farmhouse without permission. To leave the car alone there, and full of load and to go walking without speaking with the owners before didn’t seem much respectful to me…
My intuition told me that it would better not to attempt. Resigned, I turned back on my footprints, thinking on the option by the east of the “Camino Real” road, used by the first visitor. I told myself that I would see ahead.
Once I had crossed the first gates, I saw a white small car going towards me and then, I made signals to make it stop. When they stopped, I asked the driver for the inhabitants of “Chacras del Sauce” and then I received the unexpected but positive reply: I am the owner, and he lives in the farmhouse – the man told me, pointing to other man by his side –. What do you need, my friend?
I couldn’t believe it. Again, the Gods were with me! I explained my strange proposal and they didn’t have problems that I attempt reaching the point inside their property. They couldn’t say if the path led me to the confluence but I could survey it. The only condition was to include them in my narrative.
I fulfill my promise at this moment with Mr. Martinez and Mr. Medina and I’m very grateful with them.
At maximum speed, I turned back on my footprints again, crossed the last gate and I followed the blurred path. At first, the path turned to the northwest, moving away of the objective but, obstinately, I continued a little and finally it started again to approach to the confluence
At 1600 meters, it appeared a trial zone with some rocks and I had to see carefully where I was driving many times because I was alone and I couldn’t make mistakes. I would have needed a co-driver for helping me!
After working a little, I passed the obstacles, then I opened another gate and I followed aside a fence to the south, directly to the confluence, but without path. The bushes were bigger and bigger and very prickly. At 1300 meters I decided that it wasn’t convenient to continue with my car. I was at the same distance to the confluence that I was from the farmhouse but the path was very funny.
I took my backpack with a couple of water bottles and under a burning sun, very excited I went to my objective.
The close bushes and the grazing land made difficult my progress and required my especial attention for possible presence of snakes. I was alone in the middle of nothing. After long 20 minutes, I entered into the magic circle of 100 meters. The terrain became clearer and I reached the complete zeros for minutes and seconds in the GPS. Mission accomplished!
I built a small memorial with stones to mark the place, I took the pictures and I returned to the car quickly, enjoying the success and the landscape. It was late and I was far away from my house instead to stay nearer.
I started the return but thinking in my next capture, the 31°S 63°W
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