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01-Jan-2006 -- Con Pia decidimos pasar unos días de vacaciones en Uruguay. Antes de salir, se nos ocurrió consultar este sitio para ver si pasábamos cerca de alguna confluencia sin visitar; efectivamente era así. Esta vez no podría contar más que con las imágenes que bajamos del google earth y algunos planos generales. La imagen es clara: existen dos caminos que se aproximan bastante al punto: ambos desembocan en la ruta 23. El que más se aproxima se encuentra con la ruta en 34º 02´, 57 º 02´. El cruce con el otro, más lejano pero más claro en la fotografía, esta en 34º 04´, 57º 01. No teníamos un plan claro: pensamos que lo mejor sería decidir qué hacer en función de lo que nos encontrábamos.
Salimos de Buenos Aires el 27 de Diciembre un rato antes del mediodia, con bastante calor. Tomamos el acceso norte hasta la ruta nueve, y allí doblamos en la 12 rumbo a Gualeguaychu. Cruzamos la frontera, y decidimos almorzar en Mercedes, sobre la ruta 2. Comimos unos panchos en la costanera y seguimos viaje. En Cardones, doblamos en la ruta 23; eso nos ahorraba 25 kilometros en dirección a Montevideo y nos acercaba a la confluencia. Esta ruta es mas tranquila, con suaves ondulaciones y pequeñas curvas que van siguiendo el terreno. Realmente un paisaje maravilloso.
Pasado Ismael Cortiñas, prendimos el navegador para ver si lo indicado por el Google earth era correcto. Después de la experiencia anterior, me habían quedado ciertas dudas, más allá del éxito. Para mi sorpresa, el camino apareció exactamente donde lo esperabamos. Era angosto, bastante poceado, pero era el que habíamos visto! En la intersección con la ruta hay una casa con una pequeña arboleda y algunas máquinas de campo en la entrada. Un kilometro después encontramos una tranquera sin candado. Más allá, el camino se desdibujaba en dos sendas. Sobre una piedra estaba rayada la palabra “cantera” y una flecha indicando a la derecha. Esta primera senda, mas claramente marcada, iba hacia unas casas un tanto amenazantes que creímos abandonadas, en dirección sudeste. La otra se perdía hacia el noreste entre unos pastizales, rodeado de piedras, pero continuaba claramente hasta bastante lejos, y en la dirección que más nos acercaba. Tras andar unos diez minutos a no más de 10 Km/h por la cantidad de piedras en y a los costados del camino, nos topamos con un alambrado eléctrico y con el fin del camino. El GPS indicaba 34º 0.950 37º 01.952. En el camino se interponían un bosquecito de eucaliptos, una buena caminata por lo ondulado del terreno, y el sol que bajaba rápidamente. Preferimos dejar en ese punto, e intentar por la senda de la cantera. Volvimos y doblamos al sudeste. El camino viró francamente hacia el este y nos topamos con otra tranquera, también sin candado. Más allá, el camino se volvía bifurcar: en línea recta, unos galpones efectivamente abandonados y un poco hacia el norte, la entrada a la casa. Dos tranqueras nos parecía demasiado: recordábamos bastante bien la experiencia de 32º S 61º W, y no queríamos pasar por eso. Pero la tentación era demasiada, y decidimos atravesarla y seguir al este. Doscientos metros más allá, otra tranquera bastante angosta y la no continuación del camino nos hicieron desistir. Retomamos rumbo a la casa y de pronto aparecieron dos hombres haciendo gestos confusos, que no supimos interpretar. Preferimos dar la vuelta y dejarlo para la próxima. Retomamos la ruta rumbo a Montevideo, y tomamos la precaución de ver si el otro camino también existía. También resulto estar donde el google lo había indicado.
El primero de Enero amanecimos temprano en Punta del Diablo. Hicimos los bolsos, nos despedimos del mar con un buen chapuzón, y emprendimos el regreso a Buenos Aires, otra vez con mucho calor. Llegamos a la zona de la confluencia cerca de las cuatro de la tarde, con el entusiasmo renovado. Esta vez el camino era mucho más ancho e importante, con una línea eléctrica entrando por uno de los costados. Sabíamos que esta opción era un poco más lejana que la primera, pero de nuevo nos llevaba velozmente y en línea recta hacia el punto. Doblamos hacia el este, y sobre nuestra izquierda apareció otra frondosa línea de eucaliptus. Cruzamos los 57 clavados, y un poco más adelante la entrada a una estancia, pero decidimos seguir para ver si el camino nos llevaba más la Norte, cosa que no ocurrió. Retomamos, y nos decidimos nuevamente a cruzar la tranquera. La estancia se llama “El buen Abrigo” y el camino de entrada, bastante angosto, nos llevaba en línea recta hacia el norte, directo al punto. Un kilómetro más adelante, apareció la casa. Tocamos bocina, llamamos, pero nadie contesto. El camino desembocaba directamente en el patio de la casa, y más allá en los corrales. Al no haber nadie, preferimos no entrar y emprender el regreso. El GPS marcaba allí 34º 01.684, 56º 59.691
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01-Jan-2006 --
On our hoildays with Pia we decided to reach an unvisited confluence. We couldn´t get to the exact point, but we got to explore two possible ways of arriving at the place. We´ve collected some information that might be useful to other confluence hunters.
A few kilometers away from the town of Mal Abrigo over National Route 23, there are two roads. One of them is clearly recognizable; it crosses the route at 34º 04´, 57º 01´. When following it, there´s an entrance to a house on the left hand with a sign saying “buen abrigo”. This entrance leads into a road that ends in a house. We couldn´t get trouhg it because no one was home, and we didn´t want to risk ourselves. But there was a clear road going north, straight to the confluence.
The second road gets closer to the point, but it´s much more narrow, full of stones, and you´ll need to traspass private property since there´s no one near enough to ask fot permission. There´s only one house nearby, and their inhabitants didn´t appear to be friendly and comprehensive enough. This road crosses the national route at 34º 02´, 57 º 02´