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02-May-2009 --
Esta confluencia la vengo estudiando desde hace mas de 2 años, mediante mapas de Colombia e imágenes de Google Earth. La misma es encuentra ubicada en una región que según he escuchado no existe presencia de la guerrilla colombiana, no obstante reina diversas actividades ilegales como el tráfico de drogas, contrabando de mercancías como gasolina y el tráfico de vehículos robados. En virtud de ello es de vital importancia, disponer de la debida protección por lo que conversando con Héctor Carrero, otro entusiasta cazador de confluencias me comentó que el podría hacer los arreglos en este sentido.
Una vez sabíamos que tendríamos la debida protección, hicimos los arreglos previos para sacar los vehículos de Venezuela, teniendo como fecha para esta cacería el fin de semana del 1ro de mayo, aprovechando que ese día es feriado así que tendríamos suficiente tiempo para efectuar el viaje respectivo.
Es así que el 1ro de mayo mi hijo Ricardo y yo salimos de Caracas temprano en la mañana con destino a la ciudad de Cabimas, desde la ciudad de Barquisimeto parten al medio día con destino Maracaibo Rosalda Roscioli, Eva Torres y Tavel Álvarez. Posteriormente el día 2 de mayo a las 4:00 am partimos de Cabimas mi hijo Ricardo y yo y nos reunimos todo el equipo de cazadores en la casa de Héctor en Maracaibo. Ya a las 5:15 am iniciamos nuestro viaje a la República de Colombia para la cacería de N12 W72 el equipo conformado por Eva Torres y Rosalda Roscioli en su Toyota Land Cruiser serie 90, Héctor Carrero y Tavel Álvarez en su Chevrolet Luv y mi hijo Ricardo y yo en mi Toyota Land Cruiser serie 80, todos vehículos 4x4 para enfrentar las vías que requeríamos penetrar.
Luego de haber desayunado en la vía, llegamos a la frontera a las 7:30 am sacamos las cartas andinas para el paso de las personas con lo cual podemos permanecer en el territorio colombiano, pero debimos esperar hasta las 9:00 am (hora de Venezuela) para sacar los permisos para los vehículos. Durante esa espera, conocimos a una persona que al igual que nosotros esperaba por el permiso para su carro, nos comentó que había llegado a la frontera a las 10 pm del día anterior y que en la carretera le intentaron asaltar ya que le dispararon 3 veces por suerte sin consecuencia para su familia con quien viajaba. Esto nos puso en alerta y nos corroboró la peligrosidad de esta zona fronteriza.
Justo mientras esperábamos por el permiso de los vehículos, conocimos a Edixon Paz y José Medina quienes nos servirían de protección o guarda espaldas armados. Aprovechamos llenar nuestros tanques de gasolina ya que acá el precio de la gasolina a pesar de ser muy superior al de Venezuela, seria mas económico que en Colombia y cambiamos algunos Bolívares por Pesos Colombianos.
A las 9:15 am iniciamos nuestro recorrido por territorio colombiano. Primero llegamos a la población fronteriza de Maicao, donde recogimos a Reinaldo Hernández quien sería nuestro intérprete con las comunidades de la etnia Goajira que habitan en la zona. Continuamos nuestro viaje hacia el oeste por unos 18 Km. hasta llegar a la intercepción (N11 24 52.8 W72 24 23.2) con la carretera hacia Uribia en la cual giramos hacia el norte. Después de 36 Km. llegamos a la población de Uribia y continuamos nuestro camino desde N11 42 58.6 W72 16 24.7 hacia el norte por carretera de tierra pero en muy buen estado. Toda esta vía desde que la tomamos en N11 24 52.8 W72 24 23.2 va paralela a las líneas del tren que transporta carbón desde la mina de Cerrejón hasta Puerto Bolívar. A lo largo de toda esta vía y prácticamente desde que salimos de Maicao pasamos por varias alcabalas o puntos de control del ejército colombiano. Esto lo sabíamos que las carreteras principales eran fuertemente custodiadas por el ejercito, pero el real peligro comenzaría una vez saliéramos de ellas para ir en búsqueda de nuestro objetivo.
Cuando llegamos a N12 00 41.9 W72 07 45.3 y a una distancia a la confluencia en línea recta de unos 14 Km., decidimos girar hacia el este pasando por encima de las líneas férreas e iniciando así la expedición por vías secundarias no transitadas y causes secos de ríos, para aproximarnos lo mas posible a nuestro objetivo. A una distancia de unos 5 Km. de nuestro objetivo veo a unos 200 mts. una casa entre la vegetación y de ella salir corriendo un hombre sin camisa como huyendo de nosotros. José Medina quien venia en mi vehiculo me dice que ese hombre está huyendo de nosotros porque cree que somos del ejercito. En eso me viene la idea de que es posible que no solo huya sino que fue a buscar refuerzos e inmediatamente llamo por los radios portátiles a Rosalda y Tavel para que demos vuelta y saliéramos de allí lo antes posible.
Retornamos nuevamente a la vía principal que va a paralela a la vía férrea y decidimos explorar vías secundarias mas al sur para aproximarnos a nuestro objetivo no desde el norte sino desde el oeste o suroeste. Es así que en N11 59 32.3 W72 8 22.5 retomamos las incursiones por vías secundarias y causes secos de ríos. Las condiciones de las vías eran desastrosas con grandes surcos dejados por vehículos en época de lluvias y muy estrechas por lo que con frecuencia la vegetación arañaba nuestros vehículos. Los causes de ríos por donde andábamos eran de una arena muy fina por lo que teníamos que mantener la velocidad evitando detenernos para no quedar atascados en los mismos. Pasamos por varias casas de pobladores indígenas de la etnia Goajira, casi todas sin la presencia de adultos, o al menos no se dejaban ver. Solo en dos oportunidades encontramos adultos a quien preguntarles sobre la existencia de vías que nos permitiera acercarnos en la dirección que necesitábamos y para ello contamos con la valiosa ayuda de Reinaldo Hernández quien nos servia de interprete. Siempre me di cuenta que los Goajiros estaban como inquietos en lo que buscábamos ya que me imagino que pensaban que estábamos detrás de alguien o en la búsqueda de algún paquete de drogas.
Luego de haber rodeado la confluencia por todos lados nos fuimos a N11 59 45.5 W72 00 48.0, que fue el punto donde logramos el mayor acercamiento con nuestros vehículos. Acá dejamos nuestras camionetas medio ocultas entre la vegetación y bajo la protección armada de Edixon Paz y José Medina y luego de comernos un sándwich iniciamos nuestra caminata con Reinaldo Hernández abriendo paso con el machete hacia nuestro objetivo. Luego de 25 minutos nos encontrábamos todos a las 3:16 pm haciendo la gloriosa “Danza de la Confluencia”, todos tratando de movernos con nuestro GPS entre los cactus y tunas. La confluencia se encuentra localizada entre la vegetación xerófila típica de esta región a una altitud de 43.9 msnm.
Tomamos las fotos de rigor e iniciamos de inmediato el regreso a nuestros vehículos en virtud de lo tardío que era ya que por razones de seguridad habíamos planificado regresar a la frontera antes de que anocheciera. Es así que emprendemos la caminata de regreso haciendo trackback con el camino grabado por el GPS, sin embargo se quedan rezagados en la confluencia Tavel, Héctor y mi hijo Ricardo ya que estaban ordenando el equipo de fotografía que se había sacado. Resultó que ellos no habían grabado el track de la caminata con sus GPS, pero afortunadamente tenían las coordenadas de la ubicación de los vehículos, teniendo entonces que hacer una cacería de los carros. En el camino a Héctor le dió mareos por el esfuerzo y la alta temperatura (casi 40°C) que hacía, por lo que tuvieron que parar unos instantes para descansar. En todo momento manteníamos comunicación con ellos y sabíamos que estaban bien aunque se abrieron paso por un lado distinto al nuestro, llegando a los carros 20 minutos después que nosotros.
Ya con todo el equipo nuevamente reunido, iniciamos nuestro retorno a la vía principal y para allí llegar a Maicao donde nos despedimos de Reinaldo Hernández y llegar a la frontera a las 6:30 pm. Mientras hacíamos los trámites de salida de Colombia, nos despedimos de Edixon Paz y José Medina agradeciéndoles por toda la colaboración prestada. Acá volvimos a comprar algo de gasolina para estar seguro que llegaríamos hasta Maracaibo sin problemas. Este trayecto desde la frontera hasta la ciudad de Maracaibo los hicimos por razones de seguridad con los 3 vehículos a alta velocidad y bien cerca uno del otro, sin detenernos o reducir la velocidad por la condición de la vía. Terminamos de llegar a Maracaibo a las 9:20 pm, nos despedimos de Héctor en su casa quien se encontraba agotado y el resto del equipo nos fuimos a comer un plato típico de Maracaibo llamado “patacón”.
Mientras comíamos repasamos toda la experiencia vivida en el día y el momento fue propicio para adelantar los planes de la próxima cacería de confluencia, la cual será en el corto plazo.
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02-May-2009 --
I have been studying this confluence for almost 2 years, by means of maps of Colombia and images of Google Earth. This one is located in a region that according to what I have listened does not exist presence of the Colombian guerrilla, nevertheless many illegal activities as drugs traffic, contraband of merchandise as gasoline and robbed vehicles are pretty common there. Given such conditions, it very important to have the due protection reason why I talked with Héctor Carrero, another enthusiastic confluence hunter and he commented to me that he could make the arrangements in this sense.
Once we knew that we would have the due protection, we made the previous arrangements to get the vehicle out from Venezuela, and we all agreed that the date for this hunting will be the weekend of May 1st, taking advantage of that this day is holiday, so we would have enough time to carry this quest out.
It is so May 1st my son Ricardo and I, left early Caracas in the morning to go to Cabimas city and from Barquisimeto city leave at noon with destiny Maracaibo city Rosalda Roscioli, Eva Torres and Tavel Alvarez. Next day, May 2nd at 4:00 a.m. my son Ricardo and I left from Cabimas and we met all the hunter team at Héctor’s house in Maracaibo. At 5:15 a.m. initiated our trip to the Republic of Colombia for the hunting of N12 W72 the team conformed by Eva Torres and Rosalda Roscioli in her Toyota Land Cruiser series 90, Héctor Carrero and Tavel Alvarez in his Chevrolet Luv and my son Ricardo and I in my Toyota Land Cruiser series 80, all 4WD vehicles equipped right to face the routes that we required to get thru.
We had breakfast in the route and arrived at the border at 7:30 a.m.. There we get Andean Card that lets us to pass and stay in Colombia, but had to wait until 9:00 a.m. (Venezuela time) to get the permits for the vehicles to enter Colombia. During that delay, we knew a guy that was waiting like us for the permit for his car. He told us that he arrived with his family in one Jeep Cherokee at the border at 10 p.m. of the previous day and mentioned that in the road somebody tried to assault them since they received 3 gunshots without consequence. This corroborated to us the kind of danger that we have to face in this border zone.
Just while we were waiting for the vehicles permits, we met Edixon Paz and José Medina the 2 armed bodyguards that will provide us the adequate protection. We took advantage of filling our fuel tanks here because in spite of being the price of the gasoline far higher than in Venezuela, here it is more economic than in Colombia. We also exchanged some currency Bolivars by Colombian Pesos.
At 9:15 a.m. we initiated our route in Colombian territory. First we arrived at the border population of Maicao, where we picked Reinaldo Hernández up, the guy that would be ours interprets with the communities of the Goajira ethnic group that live in the zone. We continued towards the west for about 18 km. until arriving at the interception (N11 24 52.8 W72 24 23.2) with the road towards Uribia. Here we turned towards the north and after 36 km., we arrived at the population of Uribia and continued our way from N11 42 58.6 W72 16 24.7 towards the north by wide dirty road in very good condition. This entire route we took from N11 24 52.8 W72 24 23.2 goes in parallel to a railroad that transports coal from Cerrejón mine to Puerto Bolivar. Throughout this entire route and since we left Maicao, we practically passed through several military check point of the Colombian army. We knew that the main roads are strongly guarded, but the real danger will begin once we left them to go on secondary and dirty lonely roads in search of our objective.
When we arrived at N12 00 41.9 W72 07 45.3 and at about 14 km in straight line to the confluence, we decided to turn towards the east cross over the railroad lines and start therefore the expedition by going on lonely secondary dirty roads and by dry creek, to approximate us as much as possible to our objective. At a distance of about 5 km. of our objective, I saw at about 200 mts. a house among the vegetation and from it leaving a running man without shirt like fleeing from us. The bodyguard that was in my vehicle says to me that the running guy believe that we are from the army. Soon an idea arrived to my mind, that it is possible that maybe he is not only fleeing, but he is looking for help or reinforcements and immediately I called by to Rosalda and Tavel by portable radio, to turn around and we left there as soon as possible.
Back again on the main route that goes parallel to the railroad, we decided again to explore secondary routes but to the south to approach to our objective not from the north but from the west or southwest. So in N11 59 32.3 W72 8 22.5 we once again continue our quest by secondary routes and dry creek beds. The trail conditions were terrible with great and deep trenches marked 4x4 vehicles on the raining season. These trails were very narrow and the vegetation constantly scratched our vehicles. The dry creek bed was of very soft and fine sand, so we need to keep the speed and avoid stop to do not get stuck there. We passed by several houses of indigenous settlers of the Goajira ethnic group, almost all without adult presence, or they were there but they not want to be seen. Just two occasions we found adults to whom ask for the existence of routes that allowed us to approach as much as possible in the direction that we needed and for it, we had the valuable help of Reinaldo Hernández that was our interpreter. I always see that the Goajiros were like anxious to know what we were looked for and realized that they thought that we were behind somebody or in the search of some drug package.
After have surrounded all around the confluence, we went to the point (N11 59 45.5 W72 00 48.0) where we obtained the greater approach with our vehicles. Here we left our 4wd vehicles hidden inside the vegetation and under the armed protection of Edixon Paz and José Medina. After have eaten a sandwich we initiated our 1.5 km walk, opening passage with the machete towards our objective. After 25 minutes we were all doing the glorious “Confluence’s Dance” at 3:16 pm., all trying to move with our GPS between the cactus and thorny vegetation. This confluence is located among the typical xerophilous vegetation of this region at an altitude of 43.9 masl.
We took the required pictures and we initiated immediately the return to our vehicles by because it was late and according to our plan and for safety reason we need to arrived at the border before sunset. We did our return doing trackback with our GPS, nevertheless at the confluence Tavel, Héctor and my son Ricardo, they were left behind because they were ordering the photographic equipment. They had not recorded track when we were trekking to the confluence with their GPS, but luckily they had marked on their GPS the waypoint vehicles location, so the have to make a hunting of the cars. On the way back, Héctor had some sickness by the effort and the high temperature (almost 40°C), so they had to stop for a while to rest. At all time we maintained communication with them by portable radios and we knew that they were well although they had to open their own path different from ours, arriving at the cars 20 minutes after we did.
Now with all the team reunited again, we initiated our return to the main road and to Maicao where we said goodbye to Reinaldo Hernández thanks to him for all the help he gave us. We arrived at the border at 6:30 p.m. While we made the proceedings of exit Colombia, we said goodbye to Edixon Paz and José Medina and thanks them for the valuable help. Here we buy again some gasoline to be sure that we would arrive to Maracaibo without problems. This passage from the border to the city of Maracaibo we did very close each other and at high speed for reasons safety reason, without stopping or reducing the speed to us by the condition of the route. We finally arrived at Maracaibo at 9:20 p.m., and because Hector was exhausted we said goodbye to him at his house and the rest of the team we went to eat a typical Maracaibo meal named “patacón”.
While we were eating, we reviewed all the experience lived today and the moment was propitious to advance the plans of the next confluence hunting, which will be in the short term.