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the Degree Confluence Project
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Venezuela : Delta Amacuro

10.8 km (6.7 miles) S of Joana, Delta Amacuro, Venezuela
Approx. altitude: 17 m (55 ft)
([?] maps: Google MapQuest OpenStreetMap ConfluenceNavigator)
Antipode: 9°S 119°E

Accuracy: 16 m (52 ft)
Quality: good

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#2: View to north #3: View to south #4: View to east #5: View to west #6: The hunter team #7: The GPS proof from Andrea Polo, Vincenzo Vecchio and Oscar Gonzalez #8: Approaching to CP #9: Going around CP #10: Coming back from CP

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  9°N 61°W  

#1: General view

(visited by Oscar Gonzalez, Vincenzo Vecchio, Arturo Gonzalez, Leonardo Velasquez, Julio Grossman, Carlos Chavez, Ladislao Grossman and Polo Andrea)

English

Italiano

30-Oct-2010 --

El suscrito Oscar González Barrios y Vincenzo Vecchio, integrantes del grupo venezolano GPS_YV, desde hacía varios meses habíamos estado conversando, acerca de la posibilidad de dar cacería a confluencias vírgenes, es decir, confluencias que no hayan sido visitadas. Revisando el mapa, conseguimos que la confluencia Norte 9 Oeste 61, no había sido visitada, por lo que significaba un gran reto.

Estudiando el mapa con Google Earth, tracé el recorrido, dibujando el track directamente sobre el lecho de los ríos, hasta llegar a un sector que estimábamos estaba a unos 550 metros de la confluencia. El mapa de baja resolución de Google Earth, fue sometido a la consideración de Alejando Ruiz, quien trabaja con imágenes satelitales y éste con su experticia, nos señaló diversos caños que veía en el mapa y de los que no habíamos advertido, configurando así una aproximación bastante cercana casi del punto de confluencia, en caso de que fueren transitables dichos caños.

Aprovechando la oportunidad que mi hermano Arturo González, entusiasta de los GPS y que por razones laborales está residenciado temporalmente en la ciudad de Tucupita, capital del Estado del Delta Amacuro, le solicitamos averiguara que medio de transporte había disponible para llegar hasta la confluencia, dando como resultado que por la lejanía del sitio, lo recomendable era ir con lancha rápida, por lo que contratamos un peñero techado, con dos motores de cien caballos de fuerza (100 HP) cada uno, para partir del muelle El Volcán, el día 30 de Octubre de 2010. Así las cosas, invitamos a los señores Andrea Polo, del team Táchira, quien salió el 28 de octubre desde San Cristóbal, Estado Táchira, a Leonardo Velásquez, del Team Guayana, Julio Grossman Otaola, del grupo GPS_YV, su padre Ladislao Grossman y Carlos Chávez Cadenas. Una vez en Caracas Andrea Polo, el día 29 de octubre a las 6:45 a.m. salimos de Caracas rumbo a la ciudad de Tucupita, para reunirnos con Arturo González y Leonardo Velásquez, quien está residenciado en la población de Barrancas, Estado Monagas. La hora de llegada a la ciudad de Tucupita, fue a las 8:00 p.m., debido a diversos contratiempos que sufrimos en el trayecto, tales como varias horas detenidos por accidente de una gandola en el sector El Guapo del Estado Miranda y la detención momentánea del vehículo de Andrea Polo en una Alcabala en la población de Cúpira, por presentar el parabrisas de la camioneta con pequeñas rajaduras.

La salida a la confluencia desde el muelle El Volcán estaba pautada a las 8:00 a.m., pero no fue sino hasta las 9:15 a.m., bajo un inclemente sol, que llegó la lancha al embarcadero, iniciándose así una travesía, teniendo como piloto de la embarcación un indígena Warao, por lo demás experto navegante de peñeros, de nombre Enrique Terías, oriundo de la población de Los Guayos, ubicada en la desembocadura del río Orinoco en el océano Atlántico, travesía que duró unas 3 horas y media para llegar a la zona donde se encontraba nuestro objetivo, pasando por innumerables caseríos de palafitos de los indígenas Waraos, entre los que se destacan Torre Molín, Arawao, Remanse, Buayadoro, Imuirima, Obure de Guayos, Oanaida de Guayos, Idoiquina, y Bahía Dolores, entre otros de difícil recordatorio.

Estábamos equipados con los siguientes equipos: Oscar González con cinco GPS:( ..cuidado Oscar que no te pierdas ..!!): un Gpsmap 620, un Oregon 550, tres Nuvis: 885T, 265T y el novísimo 295W; Vincenzo Vecchio: Un Oregon 550 y un Nuvi 885T; Arturo González: un Nuvi 850; Andrea Polo un Gpsmap 60 Csx; Leonardo Velásquez, un Gpsmap 60 Csx y Julio Grossman, un Gpsmap 620, Carlos Chávez no llevó ninguno. De varios de estos equipos dependerían nuestras vidas al final de la jornada, tal como relataremos más adelante. Cabe destacar, que nuestro marinero, el señor Enrique Terías, no tenía ni la más remota idea de lo que era un GPS y tampoco tenía idea de lo que estábamos haciendo, ni de lo que perseguíamos con el viaje, pero se notaba que más que curioso, estaba disfrutando del viaje tanto o más que nosotros.

En los caseríos donde hacíamos parada por cualquier motivo, Enrique Tería comenzaba a hablar en warao con los pobladores, pero me llamaba la atención e intuía que la conversación, giraba en torno a nuestro viaje, pero obviamente, no entendía lo que decían, hasta que le pregunté a Enrique que hablaban y éste me manifestó que todos le preguntaban si estábamos cazando tigres, pero que él no sabía, porque nosotros hablábamos de cazar confluencias y no sabía que animal era ese.

Luego de más de tres horas y media horas de viaje, siendo aproximadamente la 1:45 pm iniciamos nuestra primera incursión por N8 59 34.3 W60 58 27.1 y nuestros GPS nos daban rumbo directo hacia el punto de confluencia. Aunque esta no fue la ruta inicial planificada por mí, cosa que discutimos durante ese recorrido, los ya experimentados en caza de confluencias Andrea y Vincenzo me explicaron que no siempre el acceso planificado podría tener éxito. La exploración por este caño nos arrojó a un acercamiento de 1.500 mts en N9 00 07.8 W60 59 13.2. En este punto sugerí que siguiéramos la ruta pre-trazada, ya que el tiempo se nos iba y debíamos salir pronto de regreso, es así que nos dirigimos a nuestro punto planificado en N08º59´46´´ O61º00´08.4´´, el cual estaba situado a 550 metros del PC.

Durante el recorrido a este punto y en vista de que algunos caños eran de difícil acceso, Vincenzo sugirió ubicar una curiara, ya que por lo bajo e intrincado que se encontraban algunos caños, ésta podría facilitar el acceso al punto de confluencia. La curiara es una embarcación usada por los indígenas de la zona, para transportarse en los caños, para movilizarse y para la búsqueda de alimento cercano, la cual no fue fácil que nos la prestaran, hasta que llegamos y hablamos con Nerio en el sector Oanaida de Guayos en N8 59 05.8 W60 59 23.7, quien gentilmente nos la concedió.

Al llegar al punto que habíamos marcado con el GPS, N08º59´46” O61º00´08.4” se inició la discusión de quienes serían los primeros que bajarían a explorar ese caño y decidimos que Andrea Polo por su gran experticia y coraje aventurero y Arturo González, por no menos aventurero, quienes se internaran por el caño menor que Alejandro Ruiz había señalado, a cazar la confluencia. Como anécdota, cabe señalar, que dicha curiara se volteó al tropezar con un tronco sumergido en el agua, echando a sus dos tripulantes al río en presencia de quienes nos habíamos quedado en el peñero. Como consecuencia de dicho accidente, Andrea Polo siguió en la curiara hacia la confluencia, seguido de Arturo González a nado por el mismo caño; cargando con un machete un pequeño bolso impermeable donde resguardaba la cámara y un radio walkie-talkie, Andrea sostenía a salvo el GPS en la boca con los dientes. El caño no media más de 3 mts. de ancho, la profundidad no era mucha, pero a veces superaba los 2 mts. y tenia una suave y constante corriente en contra, pero en las orillas en algunos sitios eran raíces y en otros pantano o una mezcla de ambos. El avance fue lento por lo intrincado, pero seguro.

Sinuosamente, el caño los llevaba hacia la 9-61, había que esquivar obstáculos de ramas, vegetación en el camino y para pasar otros árboles caídos, a nivel del agua, Andrea tuvo que superarlos cargando la canoa a pulso. Superar los obstáculos fue agotador; a las horas 14,45, la 9-61 ya estaba a menos de 100 mts. La confluencia ya era nuestra!

Andrea se alineo sobre el paralelo 9N, caminando entre la vegetación por el pantano siempre mas profundo y dificultoso para avanzar que lo tragaba a cada paso, tal como señaló al cazar la confluencia del Guri. A escasos 13 mts. de la 9-61, estaba hundido por encima de las rodilla, así que marco con el GPS el waypoint, saco las fotos de rigor.

Mientras eso ocurría, nuestro marinero Enrique Terias, todavía intrigado de que era lo que buscábamos, le explicamos como pudimos de que se trataba, de que era llegar a un sitio donde los GPS marcaran ceros y fue cuando nos manifestó que ese caño tenía otra salida, por lo que los restantes integrantes del grupo decidimos rodear la confluencia, dejando a Andrea Polo y Arturo González, en el referido caño, ya que nos habían pedido hora y media para su regreso.

Durante la exploración de varios caños menores pudimos disfrutar de varios túneles vegetales, así como lidiar con troncos en el agua, ramas que impedían el paso de la embarcación, entre las cuales nos abrimos paso a punta de machete y peinillas, muchas veces saliendo de la embarcación y reorientándola para vencer los obstáculos, como enemigos, teníamos a las hormigas y pequeñas arañas que caían dentro del bote al cortar las ramas, siendo éstos insectos bastantes molestos, por sus picaduras.

Así las cosas y luego de una media hora de navegación, en el punto N 09º00´21.8” O60º59´47.7”, señalando el GPS que estábamos a 797 metros de la confluencia, pero no podíamos avanzar, por lo llano del río y no sin antes podar las ramas que obstruían el paso, por lo que decidimos emprender regreso para reencontrarnos con Andrea y Arturo, ya que el tiempo corría inexorablemente y no teníamos noticias de ellos.

Es así que a las 4:00 pm nos encontramos con Andrea y Arturo, cerca del punto donde los habíamos dejado, diciéndonos que no pudieron hacer gran cosa y nos preguntaron que tan buen acercamiento habíamos logrado nosotros por el otro lado, que como les dijimos en el relato solo llegamos a 797 mts. Al negarse dar más detalles, Vincenzo le pidió la cámara a Andrea y revisó las fotos y fue cuando nos dimos cuenta que nos estaban echando una broma y allí nos informaron que habían podido llegar a menos de 15 mts del PC, en una zona muy empantanada, donde se hundía hasta las rodillas y en una oportunidad hasta la casi la cintura, y que no valía la pena arriesgar mas, ya que Arturo solo había podido acercarse a unos 30 mts. Las evidencias del lugar quedaron registradas para completar el reporte.

Nuevamente con la ayuda de machete y peinilla logramos abrir un camino para que la lancha entrara en N08º59´46” O61º00´08.4” y pasara por un túnel de vegetación, donde ya bajo la exploración previa de Andrea y Arturo nos permitía adentrarnos por el caño, y es en N8° 59’ 49.9” W61° 00’ 04.4” donde un gran tronco atravesado en el caño que no da espacio para continuar con la embarcación, y nuestro objetivo aun se encontraba a unos 450 mts. del PC. Nos bajamos de la lancha Leonardo, Vincenzo Julio y mi persona a continuar por nuestros propios medios el recorrido a lo largo del caño donde el agua nos llegaba en algunos momentos por encima de la cintura y en otros no quedaba mas alternativa que nadar, por la profundidad que llegaba fácilmente a los dos metros, ayudados unos con la curiara y otros, entre quienes me encontraba, con los chalecos salvavidas del peñero.

Quiero agradecer a mis compañeros que me apoyaron en estos últimos momentos del extenuante recorrido, ya que por mi condición física no era fácil el recorrido, aún cuando me apoyaba en un chaleco salvavidas del bote para descansar de tanto en tanto, el cansancio me venció y solo me limité a llegar dentro del perímetro que era válida la confluencia. Por lo que quedé a un poco mas de 90 mts del PC en N08º59’58.3” O61º00’02.5” y el resto de los compañeros (Julio, Leonardo y Vincenzo), avanzaron un poco mas hasta lograr un acercamiento a unos 46 mts en N08º5’59.7” O61º00’01.4”. La emoción que se siente es muy grande haber alcanzado el objetivo, aunque nadie del equipo logró marcar completamente todos los ceros y esperamos que el próximo aventurero de estas lides lo logre, con todas las indicaciones que estamos testimoniando.

Cumplido nuestro cometido, y por la hora, pasadas las 5 de la tarde, nos dirigimos a la población de palafitos “Los Guayos” en la desembocadura del río Orinoco en el Océano Atlántico, con el fin de pasar la noche en uno de los tres hoteles palafitos de la zona, siendo imposible en el hotel de los franceses, ni en el de los chinos y en el último que visitamos, llamado Mairisa.

En este punto eran más o menos como las cinco y media de la tarde ya oscureciendo, cuando nuestro piloto se negaba a llevarnos de regreso por la oscuridad, argumentando que no tenía iluminación y que la Guardia Nacional lo arrestaría apenas llegar al muelle de El Volcán, perdimos unos 15 o 20 minutos tratando de hacerle entender que con los GPS haciendo trackback, llegaríamos sin problemas, siempre y cuando navegara montado sobre los tracks y que nos encargaríamos de mediar por él ante la Guardia Nacional. El otro motivo por el cual se negaba navegar de noche era la inseguridad que reina en la zona, donde es común asaltos en el medio del río, echando a la gente al agua o dejándolos en una isla cualquiera.

Una vez emprendido el viaje de regreso, Julio Grossman con su Gpsmap 620 se puso al lado de Enrique para que siguiera el trackback, seguido por mi Gpsmap 620, quien por mi parte verificaba igualmente el recorrido, indicándole al piloto cuando se salía del track marcado, teniendo como respaldo su Oregon 550. Cabe destacar que en este punto ya no había ningún tipo de visibilidad y disponíamos de solo dos linternas de mano para alumbrar unos diez metros delante de la embarcación, para evitar arrollar alguna curiara con sus respectivos pasajeros. Los responsables de la iluminación eran Andrea Polo, Leonardo Velásquez y Arturo González, quienes se alternaban. Costó más de una hora que Enrique se acostumbrara al GPS y navegara sobre el track, haciendo zigzag sobre el mismo, desviándose en algunos casos más de 20 metros a la derecha o a la izquierda, por lo que ello significaba un riesgo muy grande para todos nosotros. Hasta este punto la noche era oscura, sin luna, pero hacía buen tiempo, al punto que se veían perfectamente las constelaciones.

Una vez nuestro piloto Enrique se acostumbró a estabilizar el bote sobre el track, navegamos durante unas tres horas sin contratiempos, hasta que de forma repentina nos agarró el coletazo de la tormenta tropical Thomas, con lluvia copiosa y vientos fortísimos, que desvió el peñero, haciéndonos estrellar contra una isla en el medio del río, haciendo que los dos motores se apagaran y se ahogaran. Mientras realizábamos las maniobras de re-encendido de los motores, los vientos llevaron al bote a la deriva, yéndonos contra la rivera izquierda del río, donde casi encallamos, hasta que por fin los mismos vientos nos sacaron de la costa, pudiendo encender con mucha dificultad los motores. De allí en adelante, navegamos bajo intensa lluvia, con las linternas de mano y ya eran como las 10:30 p.m., cuando Julio Grossman nos dice que los tracks que había grabado estaban incompletos y que no se podía seguir con su GPS, por lo que seguimos durante unos 40 minutos más con mi Gpsmap 620, que indicaba que estábamos como a unos 56 kilómetros de El Volcán, al cabo de esos 40 minutos, los tracks también resultaron incompletos, quedando como única alternativa el GPS de Andrea Polo, que si había grabado los tracks desde el principio y con el que finalmente llegamos bajo lluvia que nunca cesó, al muelle de El Volcán a las 12:30 am del domingo 31 de Octubre de 2010.

A pesar de que ya conocía el Delta del Orinoco, por haber navegado hasta la Isla de Pedernales en el año 2008, al norte del estado, ésta fue mi primera experiencia en este tipo de actividad y pude sentir la adrenalina que le inyecta al organismo, para alcanzar el punto de confluencia, y aunque no pudimos ninguno colocar los ceros exactos, nos llena enormemente de satisfacción de haber compartido una jornada en una zona de nuestra geografía donde hay un perfecto equilibrio, y donde pudimos apreciar como la tecnología llega a nuestros lugareños indígenas, como es el agua potable, energía generada por paneles solares y televisión por satélite (DIRECTV).

Durante el regreso a la capital, mi vehiculo presentó un avería menor, obligándome a quedar en Maturín hasta el día siguiente y subsanar el contratiempo, mientras los otros dos vehículos bajo el comando de la familia Grossman y el compañero Polo siguieron hacia la capital. Siempre estuve en contacto con ellos y sin dejar de hablar de la experiencia vivida y pensando en cual otra aventura podríamos planificar a futuro. Parafraseando a mi amigo Andrea Polo, puedo decir con satisfacción, la confluencia N09 O61 cayó!!!

Dato Histórico: La desembocadura del Orinoco fue descubierta en 1500 por Vicente Yáñez Pinzón y navegada por primera vez en 1501 por Diego de Ordaz. La ocupación del espacio de su delta fue tardía. Tucupita es la capital del estado y la principal ciudad del estado, con 57.047 habitantes (según estimaciones para 1996). Otros centros urbanos son Curipito, Curiapo, Macareito, La Horqueta y Macareo. Delta Amacuro tiene una población de 110.800 habitantes y una densidad de 2,75 hab/km2. Existen unos 15.000 indígenas waraos que viven en viviendas construidas sobre el río y denominadas palafitos.

English

30-Oct-2010 --

The undersigned, Oscar González Barrios and Vincenzo Vecchio, members of the venezuelan group GPS_YV, for the past several months have been holding conversations regarding the possibility of searching for virgin confluences: that is, confluences which have not been visited. Upon reviewing the map, we found that the Confluence North 9 West 61, had not been visited, and for that reason signified a great challenge.

Studying the map from Google Earth, I traced the route, drawing the tract directly over the bed of the rivers, until reaching a sector which we estimated to be some 550 meters from the confluence. The low resolution map from Google Earth was submitted for the consideration of Alejandro Ruíz, who works with satellite images. Based on his expertise, he pointed out to us various channels that he saw on the map and which we had not detected, and thereby was able to configure quite a close approximation almost to the very point of the confluence, in the case that said channels should be passable.

Taking advantage of the opportunity provided by my brother Arturo González, a GPS enthusiast who for work reasons resides temporarily in Tucupita city, capital of Delta Amacuro State, we asked him to verify what means of transportation were available in order to reach the confluence, with the result that given the distance to CP, the recommendation was that we travel by a boat. We contracted a roofed boat, with two 100 HP motors (100 HP), leaving from the El Volcán dock on 30th October 2010. We invited Messrs Andrea Polo, from the Táchira State team, who left San Cristobal, Táchira State, on 28 october, and Leonardo Velásquez, from the Guayana Team, Julio Grossman Otaola, from the GPS_YV group, his father Ladislao Grossman and Carlos Chávez Cadenas. Once in Caracas, on 29th October at 6.45 a.m., we left on our way to Tucupìta, to meet up with Arturo González and Leonardo Velásquez, who reside in Barrancas, Monagas State. Arrival time into Tucupita was 8.00 p.m. due to various setbacks suffered along the way, such as a several hour wait due to a truck accident in El Guapo sector of Miranda State, and the momentary detention of Andrea Polo’s vehicle at a check point in Cúpira, due to the fact that the windshield had various small cracks.

We planned to leave for the confluence from the El Volcán dock at 8.00 a.m., but it was actually not until 9.15 a.m., under a blazing sun, that the launch reached the dock, and we began our journey. The boat’s pilot was a Warao indian, an expert in navigating with this type of boat, called Enrique Terías, from the population of Los Guayos, located at the mouth of the Orinoco River into the Atlantic Ocean. The trip took some 3-1/2 hours to reach the zone of our objective, passing through innumerable little towns built on stilts of the Warao Indians. Some that stood out were Torre Molín, Arawao, Remanse, Buayadoro, Imuirima, Obure de Guayos, Oanaida de Guayos, Idoiquina and Bahia Dolores, amongst others too numerous to remember.

We were equipped with the following equipment: Oscar González with five GPS: a Gpsmap 620, an Oregon 550, three Nuvis: 885T, 265T and the new 295W; Vincenzo Vecchio: an Oregon 550 and a Nuvi 885T; Arturo González, a Nuvi 850; Andrea Polo a Gpsmap 60 Csx; Leonardo Velásquez, a Gpsmap 60 Csx, and Julio Grossman, a Gpsmap 620. Mr. Carlos Chávez did not have one. Our lives, by the end of the journey, would depend on several of them, as we will relate later. We should point out that our navigator, Mr. Enrique Terías, did not possess even the most remote idea of what a GPS was, or any idea of what we were doing, nor what the objective of our trip was. However, it could be seen that he was enjoying the trip as much or more than we were.

In the little villages where we stopped for some reason, Enrique Terías began to speak Warao with the locals, but it was obvious to me, and I could tell that the conversation was about our trip, although I obviously did not understand what they were saying, until I asked Enrique what they were talking about and he said they all asked if we were hunting tigers, but that he didn’t really know, as were speaking about hunting confluences and he did not know what animal that was!

After traveling for more than three and a half hours, at about 1.45 p.m. we initiated our first incursion by N8° 59’ 34.3” W60° 58’ 27.1” and our GPS gave us a direct route to the confluence point. Although this was not the original route I had planned, something we discussed during the trip, those with the most experience in hunting confluences, Andrea and Vincenzo, explained to me that the planned access would not always be successful. Exploration of this channel produced an approach of 1.500 mts. on N9° 00’ 07.8” W60° 59’ 13.2”. At this point, I suggested that we follow the pre-planned route, as time was going by quickly and we should return soon. We then headed for our planned point in N08º59’46” W61º00´08.4”, located some 550 meters from the Confluence Point.

During our travel to this point, and in view of the fact that some of the channels were difficult to access, Vincenzo suggested we try to locate a curiara (native canoe) as due to the shallow and tangled conditions of some of the channels, this would make access easier to the confluence point. The curiara (native canoe usually carved out of a tree trunk) is a boat used by the Indians in the zone for transport in the channels, to be able to move around and to hunt for food close by. This did not make it easy to get them to loan the canoes to us, until we were able to speak to Nerio in Oanaida de Guayos sector in N8° 59’ 05.8” W60° 59’ 23.7”, who very kindly agreed to loan them to us.

Upon arrival at the point we had marked with the GPS as N08º59’46” W61º00’08.4”, discussion began as to who would be the first to land and explore this channel. We decided that Andrea Polo, with his vast expertise and adventurous courage, and Arturo González, not less adventurous, would be the first to go into the smaller channel which Alejandro Ruíz had pointed out, to hunt for the confluence. As an aside, we would point out that said canoe overturned after running into a submerged tree trunk, throwing its two crew of two into the river in the presence of those of us waiting in the larger boat. As a consequence of said accident, Andrea Polo continued in the canoe toward the confluence, followed by Arturo González, swimming down the same channel, carrying a machete and a small waterproof bag with the camera and a walkie-talkie radio. Andrea kept the GPS safe by holding it in his mouth with his teeth!

The channel was no more than 3 meters wide, quite shallow, although at times it was over 2 meters deep, with a soft and constant counter-current. On the shore in some spots there were roots and mud, or a mixture of both. Progress was slow but sure. Sinuously, the channel took us toward the 9-61. It was necessary to bypass obstacles such as branches and vegetation along the way, and to pass other fallen trees at water level, Andrea had to get past them carrying the canoe by brute force. Getting around the obstacles was exhausting; but by14.45 hours, the 9-61 was now less than 100 mts. away. The Confluence was ours!

Andrea lined up over the 9N parallel, walking amongst the vegetation through the ever deeper and more difficult mud, which swallowed his feet at each step, as had been pointed out when hunting the confluence of Guri. At scarcely 13 meters from the 9-61, he was up to his knees in mud, and therefore marked the waypoint with the GPS, taking the necessary photographs.

While all this was going on, our navigator Enrique Terías, was still intrigued about what we could be looking for. We tried to explain to him as well as we could just what it was all about, that the point was to reach a site where the GPS marked just zeros, and that was when he told us that this channel had another exit, and therefore the remaining members of the group decided to surround the confluence, leaving Andrea Polo and Arturo González in the above-mentioned channel, as they had asked for an hour and a half to return.

During our exploration of various minor channels, we could enjoy several vegetable tunnels, as well as dealing with trunks in the water, branches which impeded passage of the vessels, along which route we opened a path with machetes, etc., many times having to get out of the vessels in order to overcome the obstacles. Our enemies were the ants and small spiders which fell into the boat when cutting branches, and were a big bother because of their bites.

We carried on and after half an hour of navigations, at point N09º00’21.8” W60º59’ 47.7”, the GPS showed that we were 797 meters from the confluence, but we could not advance due to the shallowness of the channel and after having cut back the branches which obstructed our path, so we decided to start back to meet up with Andrea and Arturo, as time was flying by and we had had no news from them.

So, at 4:00 p.m. we met up with Andrea and Arturo close to the place where we had left them. They told us that they couldn’t do much of anything and asked how close we had managed to get on the other side where, as related above, we had only reached 797 mts. Refusing to provide more details, Vincenzo asked Andrea for the camara and reviewed the photos. It was then we realized they were playing a joke on us and they then advised us that they had been able to arrive at less than 15 mts. from the confluence point, in a very swampy area where they sank up to their knees, and at one time even up to the waist. They then decided that it was not worth taking any more risks as Arturo had only been able to get as close as some 30 mts. Evidence from the site was registered to complete the report.

Again with the help of a machete, we were able to open a path for the launch to enter in N08º59’46” W61º00’08.4”, and pass through a vegetation tunnel where, based on the previous exploration by Andrea and Arturo, it allowed us to get in by the channel and in N8° 59’ 49.4” W61° 00’ 04.4” where a large fallen tree trunk blocked the channel and left no room to continue with the boat at some 450 mts. from the confluence point. Leonardo, Vincenzo, Julio and I got out of the boat and continued by our own means to go along the channel where at times the water was over our waists and in other spots, we had no choice but to swim where the water was easily two meters deep, some of us holding on to the canoe and others, myself included, using the boat’s lifevest.

I would like to thank my companions who supported me during the last moments of the exhausting journey, as due to my physical condition it was not an easy trek, even though I supported myself with a lifevest from the boat in order to rest from time to time. However, exhaustion won out and I was limited to arriving within a valid perimeter of the confluence. Therefore, I remained at a little more than 90 meters from the confluence point in N08º59’58.3” W61º00’02.5” while the rest of them (Julio, Leonardo and Vincenzo) advanced a little more until reaching a point at some 46 meters in N08º5’59.7” W61º00’01.4”. The emotion one feels upon reaching ones objective is enormous. Although no one from the team was able to completely mark all the zeros, we hope that on the next adventure, will achieve it, with all the indications that we are testifying to.

Having complied with our assignments, and given the time, after 5 p.m., we went to the stilted population of “Los Guayos” at the mouth of the Orinoco River in the Atlantic Ocean, with the idea of spending the night in one of the three stilted hotels in the area. As it was not possible to stay at the French hotel, nor the Chinese, and in the last one we visited called Mairisa.

At this point, it was more or less 5:30 pm, getting dark, when our pilot refused to take us back in the dark, stating that he had no running lights and the National Guard would arrest him upon arrival at the El Volcan dock. We wasted about 15 or 20 minutes trying to make him understand that with the GPS working on “back track”, we could arrive with no problem, as long as he navigated on the tracks. We also assured him that we would mediate for him with the National Guard. Another reason he did not want to navigate at night was the insecurity which was rampant in the area, where assaults in mid-river were commonplace, pushing people into the water or leaving them on an island. Once we started our return trip, Julio Grossman with his Gpsmap 620 sat next to Enrique so he could follow the track back, followed by my Gpsmap 620, which also allowed me to verify the path, advising the pilot when he got off the recorded track, and backed up by his Oregon 550. It should be pointed out that at this point, there was zero visibility. We only had two hand flash lights to light up some ten meters to the front of the boat, in order to avoid running over a canoe with its respective passengers. Those responsible for illumination were Andrea Polo, Leonardo Velásquez and Arturo González, who took turns. It took over an hour before Enrique got used to the GPS and navigated on the track, zigzagging along it, sometimes going more than 20 meters to the right or left, which meant a considerable risk for us. Until this point it was a dark, moonless night, but good weather to the point that the constellations were clearly visible.

Once our pilot Enrique got used to stabilizing the boat on the track, we navigated for three hours without a problem, until suddenly we ran into the tail end of the tropical storm Thomas, with heavy rainfall and strong winds which blew the boat off course and caused us to run into an island in the middle of the river, causing both motors to shut off and choke. While we carried out maneuvers to re-start the motors, the winds drove the boat off course, crashing against the left river bank, where we almost ran aground, until finally the same winds took us away from the coast and we were able to re-start the motors without much difficulty. From there on, we navigated under intense rainfall, with the hand flash lights. At about 10.30 p.m. Julio Grossman tells us that the tracks which were recorded were incomplete and that he could not follow them on his GPS, and therefore we continued for some 40 more minutes with my Gpsmap 620, which indicated that we were some 56 kilometers from El Volcán. At the end of these 40 minutes, the tracks were also incomplete, with the only alternative being Andrea Polo’s GPS, which had recorded the tracks from the beginning and with which we were finally able to arrive at the El Volcán dock with a rain which had never abated, at 12.30 on Sunday, 31st October 2010.

In spite of my knowledge of the Delta del Orinoco, having navigated to the Isla de Pedernales in 2008, in the northern part of the state, this was my first experience with this type of activity and I could feel the adrenaline rush to our bodies trying to reach the confluence point. Although none of us was able to mark the exact zeros, we were full of an enormous sense of satisfaction at having shared a journey into a zone of our geography where there is a perfect equilibrium, and where we could appreciate how technology reaches our indigenous locations, such as drinking water, energy generated by solar panels and satellite television (DIRECTV).

During the return to the capital, my vehicle had a minor breakdown forced me to stay in Maturin until the next day to take care of the problem, while the other two vehicles under the command of the Grossman family and Mr. Polo, continued on to the capital. I was always in contact with them, never stopping talking about our experience and thinking about which adventure we would plan for the future. Paraphrasing my friend Andrea Polo, I can say with satisfaction, the confluence N09 061 was achieved!!

Historical Fact: The mouth of the Orinoco was discovered in 1500 by Vicente Yáñez Pinzón and navigated for the first time in 1501 by Diego de Ordaz. Occupation of the delta space came later. Tucupita is the capital of the state and its principal city, with 57.057 inhabitants (per 1996 estimates). Other urban centers are Curipito, Curiapo, Macareito, La Horqueta and Macareo. Delta Amacuro has a population of 110.800 inhabitants and a density of 2.75 inhabitants/Km2. There are 15.000 Warao indians living in stilted houses constructed along the river known as Palafitos (Houses on Stilts).

Italiano

30-Oct-2010 --

Il sottoscritto Oscar Gonzalez Barrios e l’amico Vincenzo Vecchio, integranti del gruppo venezuelano GPS-YV, da alcuni mesi stavamo conversando per vedere la posibilitá di “cacciare” qualche confluenza vergine, ossia che non sia stata ancora visitata. Revisando il mappa, troviamo che la 9° Nord- 61° Ovest, era ancora illibata, e ció significava una vera e propia –sfida-.

Studiando il Mappa di Google Earth, segnai il percorso disegnando il –track- directamente sul letto dei fiumi fino ad arrivare al punto a circa 550 mt. dalla confluenza. Sottoponemmo il mappa in bassa risoluzione di Google Earth a considerazione di Alejandro Ruiz il quale lavora con immagini satellitali, e lui con tutta la sua esperienza, ci indicó diversi corsi d’acqua “caños” con dettagli a noi inavvertiti con una aprossimazione abbastanza vicina al punto di confluenza. Approfittando l’opportunitá che mio fratello Arturo Gonzalez, appassionato dei GPS, per motivi di lavoro é temporalmente residenziato a Tucupita, capitale della regione Delta Amacuro, gli chiedemmo di informarsi e cercare una buona imbarcazione per arrivare alla confluenza. Rapidamente trovó disponibile una gran barca usata per i turisti, con tetto di protezione alle intemperie, e due veloci motori di 100 hp, con disposizione per salpare dal molo El Volcan, il giorno 30 Ottobre del 2010.

Detto e fatto, invitammo Andrea Polo del Team Tachira, il quale partí da S.Cristobal il 28 Ottobre, Leonardo Velazquez del Team Guayana, Julio Grossman Otaola del gruppo GPS-YV, con suo padre Ladislao Grossman e Carlos Chavez Cadena. Arrivato a Caracas Andrea Polo la notte del 28 ottobre, partimmo tutti insieme alle 6,45 del mattino del 29 ottobre con destino Tucupita, dove arrivammo alle ore 20, ritardati per diversi contrattempi nel percorso: un incidente di un camion nella zona di El Guapo, Regione Miranda, ed un problema con la polizia stradale con la macchina fuoristrada di Andrea Polo per avere il parabrezza con leggere crepe.

La partenza con destino –la confluenza- prevista dal molo El Volcan alle 8,00 del mattino del 30 ottobre, si ritardó di oltre un’ora. Finalmente, sotto un sole inclemente, comincia il viaggio, l’esperto conduttore marino é un indigeno Warao che si chiama Ernrique Terías, proveniente dal villaggio “Los Guayos” ubicato all’imboccatura dell’Orinoco nell’Oceano Atlantico. Il viaggio di oltre 200 km. duró 3 ore e mezza per arrivare nella zona del nostro obiettivo, passando per innumerevoli villaggi di palafitte indigene Warao: Torre Molín, Arawao, Remanse, Buayadoro, Imuirima, Obure de Guayos, Oanaida de Guayos, Idoiquina, y Bahía Dolores, ..ed altre difficili da ricordare.

Siamo equipaggiati con i seguenti apparati: Oscar González con cinque gps ( ..Oscar attento a non perderti... !!!): un Gpsmap 620, un Oregon 550, tre Nuvis: 885T, 265T ed il nuovisimo 295W; Vincenzo Vecchio: Un Oregon 550 ed un Nuvi 885T; Arturo González: un Nuvi 850; Andrea Polo un Gpsmap 60 Csx “il guerriero”; Leonardo Velásquez, un Gpsmap 60 Csx y Julio Grossman, un Gpsmap 620. Carlo Chavez non aveva nessun gps. Da alcuni di questi gps, dipenderá la nostra vita al finale della giornata, como racconteremo piú avanti. Il nostro marinaio Enrique, non aveva la minor idea di cosa fossero i GPS come pure non sapeva qual’era il motivo del nostro viaggio, peró era evidente che anche lui stava divertendosi forse piú che ognuno di noi.

Nei villaggi dove sostavamo per qualunque motivo, Enrique parlava il lingua Warao con gli abitanti. Anche se non capivo perfettamente, intuivo che questi gli chiedevano se noi cacciavamo cunaguari, lui rispondeva che noi cacciavamo “confluenze” peró non sapeva che animali fossero.

Dopo oltre 3 ore e mezza di viaggio, erano circa le ore 13,45 ci addentrammo nella Nostra prima incursione per la N-8°59’34,3” W-60°58’27,1” ed il GPS segnava direzione precisa verso la confluenza. Anche se que questa non era la rotta predeterminata da me, cosa discussa durante il percorso, gli esperti in confluenze Andrea e Vincenzo, mi informarono che non sempre la rotta predeterminata é la ideale.

La incursione per questo piccolo braccio o “caño” ci accompagnó fino al N-9°00’07,8” W-60°59’13,2” a 1.500 mt. dal PC. Io suggerii che dovremmo rispettare i programmi predeterminati, per non perdere tempo prezioso, cosí seguimmo il cammino verso il previsto punto N-8°59’46” W-61°00’08,4” il quale si trovava a solo 550 mt. dal PC.

Viste le difficoltá per accedere con la ingombrante barca in questa ragnatela di píccoli corsi d’acqua intricati di vegetazione, Vincenzo ha la opportuna idea di chiedere in prestito una “curiara” che é una piccola canoa agile e versatile usata dagli indigeni per penetrare negli stretti “caños” per procurarsi cacciagione e pesca. Enrique, conosciuto dagli indigeni, parló con alcuni di loro e Nerio un indigena del villaggio Oanaida de Guayos N-8° 59’ 05.8” W-60° 59’ 23.7” gentilmente ci prestó la sua modesta curiara.

Cuando arrivammo con la barca a motore al punto N-08º59´46´´ O61º00´08.4´´ cominciammo a valutare chi di noi sarebbe opportuno mandare per primo ad esplorare questo braccio d’acqua o “caño” indicato da Alejandro Ruiz, e decidemmo que andrebbero: Andrea Polo per la sua grande esperienza e coraggio avventuriero ed Arturo Gonzalez per essere pure avventuriero.

Il primo incidente da raccordare é cha la canoa, a pochi metri, sfiorando un tronco sommerso si rovesció, buttando all’acqua i due esploratori, sotto lo sguardo attonito di tutti noi. Per cui decisero: Andrea Polo seguirebbe remando con la canoa verso la confluenza; unici accessori sono un “machete” (un gran coltellaccio ben affilato per aprirsi il cammino tra la vegetazione) ed una borsa impermeabile per proteggere la macchina fotografica e la radio Walkie-Tolkie, mentre il GPS lo manteneva Andrea stretto tra i denti. Arturo Gonzalez avrebbe avanzato camminando al bordo del “caño”. Gli indigeni sconsigliano nuotare negli stretti “caños” per la abbondante presenza di anguille-scossa (tembladores), serpenti, pericolose mante e caimani. Il “caño” non era piú largo di 3 mt. e la profonditá a volte superava di poco i 2 mt., aveva una leggera corrente d’acqua contraria e nelle sponde fitte radici e zone pantanose rendevano lento l’avanzamento.

Peró, anche se sinuosamente, il “cano” ci avvicinava sempre piú alla 9N-61W. Con la canoa bisognava schivare gli ostacoli della vegetazione, e per superare i tronchi rimasti incagliati a fior d’acqua, Andrea dovette, con grande sforzo, spingere a mano sopra di loro la pesante canoa. Tutto questo fu stenuante, alle ore 14,45 la 9-61 era giá a meno di 100 mt. di distanza. La confluenza é giá nostra !

Andrea si allineó sul parallelo 9°N e si avvicinava al PC camminando tra la fitta vegetazione spinosa, ed avanzando per il pantano sempre piú profondo e difficoltoso che sembrava ti ingoiasse ad ogni passo ! ....Cosí pure indicai e furono gli ultimi metri quando realizzai la “caccia” della confluenza 7°N-63°O nel Guri.

A circa 13 mt. dalla 9-61, ero immerso nel fango fin sopra le ginocchia, giá sto abusando con le mie forze ed é troppo pericoloso ! ..Marcai con il GPS il waypoint e scattai le foto di rigore. L’altro gruppo, con il nostro marinaio Enrique Terias che ancora ignorava ció che noi cercavamo, ed al quale spiegammo all’incirca ció che si trattava, ossia: arrivare in un preciso punto dove il GPS marcava la precisione con tutti gli zeri. Fu allora quando ci informó che questo “caño” aveva un’altra uscita; cosí decidemmo entrare alla confluenza dall’altro lato e lasciammo Andrea Polo e Arturo Gonzalez, giacché loro stessi avevano stimato un’ora e mezza di tempo per compiere il percorso.

Durante i tentativi di esplorazione nei differenti e piccoli “caños” abbiamo osservato la meraviglia di gallerie di vegetazione, e dovemmo pure indaffararci con tronchi nell’acqua, fitte rame colganti che impedivano avanzare e che dovemmo tagliare con i “machete”, anche sporgendosi dalla barca, e difendersi dalle agressive formiche e piccoli ragni che accidentalmente entravano a bordo e ci procuravano dolorese punture.

Dopo mezz’ora di navigazione e tentativi di entrate in nuovi accessi, arrivati al punto N-09º00´21.8´´ O-60º59´47.7´´, eravamo a 797 mt. dal PC e non potevamo avanzare, per cui decidemmo ri-incontrare Andrea ed Arturo, giacché non avevamo notizie loro per radio, ed il tempo é inesorabile.

Alle ore 16,00 ci ri-incontriamo con i due esploratori dove ci eravamo lasciati. E ci dissero che non ebbero fortuna, chiedendoci se noi avevamo avuto migliore sorte, negandosi a dare piú dettagli. Vincenzo chiese ad Andrea la macchina fotografica, e revisando le foto fu quando ci accertammo che stavano scherzando e ci informarono che arrivarono a circa 15 mt. dal PC, in una zona estremamente impantanata, affondandosi fino quasi alla cintura, e che non valeva la pena arrischiare oltre, giacché Arturo aveva potuto avvicinarsi a solo 30 mt. Le foto della zona, sono chiare testimonianze nel rapporto.

Nuovamente con l’aiuto del “machete” riuscimmo ad aprire passo perché la barca entrasse nel caño ed avanzasse dove giá Andrea e Arturo avevano aperto sufficente spazio, e nella N-8°59’49.9” W-61°00’04.4” un gran tronco bloccava la via ed era impossibile avanzare con la barca. Il nostro PC era a 450 mt. Scendemmo dalla barca Leonardo, Vincenzo, Julio ed io per continuare ad avanzare immersi con l’acqua spesso al petto e dovendo a volte nuotare, aiutandoci con i salvagenti della barca.

Approfitto per ringraziare gli amici che mi aiutarono in questi ultimi metri dello stenuante percorso giacché per le mie condizioni fisiche no era facile avanzare, anche se aiutandomi con i salvagenti le forze mi abbanadonavano per cui mi limitai ad arrivare nella coordinata N-08º59´58.3´´ O-61º0002.5´´ poco piú di 90 mt. del PC, sufficente per validare la confluenza. Gli altri compagni (Julio, Leonardo e Vincenzo) avanzarono fino alla N-08º5´59.7´´ O-61º00´01.4´´ a 46 mt dal PC.

Ci invase una grande emozione ed euforia, e nonostante nessuno del gruppo abbia potuto segnare tutti gli zeri del PC, speriamo che il prossimo avventuriero che provi questa “caccia”, ci arrivi aiutandosi con i dati che gli forniamo in questo rapporto.

Compiendo cosí il nostro obiettivo, ed essendo le ore 17,00 giá passate, ci dirigiamo al villaggio di palafitte “Los Guayos” all’imboccatura dell’Orinoco con l’Oceano Atlantico, sperando di trascorrere la notte in uno degli unici tre hotel palafitti del luogo. Peró: né quello del “chino”, né quello dei francesi, né il “Mairisa” potemmo ospitarci, per cui, dovuto che giá stava oscurendo, ci troviamo immersi in un altro problema.

Enrique, il nostro marinaio, si negava a navigare di notte, senza luci, prevedendo che la Guardia lo arresterebbe di immediato arrivando al molo de “El Volcan”. Impiegammo altri 15 minuti per convincere ad Enrique a ritornare a casa, spiegandogli la nostra possibilitá di aiutarci nella rotta con l’affidabile track-back, di aiutarlo a mediare con la Guardia Nazionale dovuta la emergenza del caso. Peró é risaputo nella zona il rischio della insicurezza: incontrare bande di pirati che assaltano i passanti per appoderarsi delle preziose imbarcazioni, derubare passeggeri buttandoli poi al fiume. Ë molto pericoloso ! Iniziato dunque il ritorno, Julio Grossman con il suo Gpsmap 620 al fianco di Enrique per indicargli la rotta del track-back, io con il Gpsmap 620 e l’Oregon verificando e correggendo i dati del percorso nella oscura notte con visibilitá nulla.

Ci aiutavano Andrea Polo, Leonardo Velasquez ed Arturo Gonzalez con due torce elettriche a prua, vigilando per non intoppare contro alcuna canoa, tronco od ostacolo galleggiante. Enrique impiegó piú di una ora ad imparare a navigare con il GPS sopra il track-back, avanzando serpenteggiando sopra la sicura linea, e desviandosi in alcune opportunitá di oltre 20 mt. , un forte rischio per tutti noi. La notte era senza luna, totalmente buia, peró con un cielo stellato.

Quando Enrique imparó a navigare con gli strumenti e stabilizzare la marcia sul sicuro track-back, potemmo navigare a velocitá media per oltre tre ore senza problemi, quando repentinamente ci investió la coda della tormenta tropicale “Thomas”, con abbondante pioggia e vento fortissimo, che fece desviare la barca incagliandosi nella sabbia di una isola nel bel mezzo del fiume; in conseguenza si bloccarono y motori.

Mentre cercavamo di riattivare i motori, eravamo in balia il vento che ci dondolava pericolosamente e ci spingeva facendoci incagliare in un bassofondo piú a sinistra, poi ancora a destra e ... ci disincagliammo; finalmente si riaccesero i motori ed uscimmo da questa trappola.

Continuammo il nostro viaggio sotto un diluvio incessante, e circa alle ore 22,30 Julio Grossman ci informa che il suo track era incompleto, per cui continuammo la marcia con il mio Gasmap 620 per ancora 40 minuti circa. Peró a 56 km. da “El Volcan” anche il mio track terminava, restando ultima alternativa l’unico track completo del gps di Andrea Polo con il quale finalmente arrivammo, sotto una forte ed incessante pioggia, al molo de “El Volcan” alle ore 0,30 della domenica 31 Ottobre 2010.

Nonostante io conoscessi il Delta dell’Orinoco per averlo navigato nell’anno 2008 fino al villaggio Pedernales, al nord della regione, questa fu la mia prima esperienza in questo tipo di attivitá ed ho sentito l’effetto dell’adrenalina per arrivare al Punto di Confluenza, e seppure no potemmo centrare tutti gli zeri, ci sentiamo compiaciuti di avere trascorso insieme una giornata in una zona della nostra geografia dove esiste un perfetto equilibrio e dove la nostra tecnologia giá arriva ai villaggi indigeni (l’acqua potabile, la elettricitá prodotta con i pannelli solari e persino i programmi per televisione satellitale (DIRECTV).

Durante il ritorno alla capitale, la mia macchina ebbe un problemino meccanico obbligandomi a pernottare a Maturin per soluzionarlo, mentre le altre due macchine guidate da Grossman e Polo proseguirono il cammino a casa peró rimanendo noi tre sempre in contatto telefonico ed immancabilmente commentando la esperienza vissuta e studiando supposizioni di nuove prossime “cacce”. Parafrasando al mio amico Andrea Polo, posso dire con grande soddisfazione: -La Confluenza N-09° W-61° cadde !!!

Dati Storici: Lo sbocco dell’Orinoco fu scoperto nel 1500 da Vicente Yañez Pinzón e navegato per la prima volta nel 1501 da Diego de Ordaz. La occupazione politica della zona del Delta fu realizzata molto piú tardi. Tucupita é la capitale e la principale cittá della Regione con 57.047 abitanti (censo del 1996). Altri centri urbani sono: Curipito, Curiapo, Macareito, La Horqueta y Macareo. Delta Amacuro con 110.800 abitanti e una densitá di 2,75 abit./Km2 possiede all’incirca 15.000 indigeni Waraos che vivono nelle capanne “palafitte” costruite ai bordi dei fiumi.


 All pictures
#1: General view
#2: View to north
#3: View to south
#4: View to east
#5: View to west
#6: The hunter team
#7: The GPS proof from Andrea Polo, Vincenzo Vecchio and Oscar Gonzalez
#8: Approaching to CP
#9: Going around CP
#10: Coming back from CP
ALL: All pictures on one page