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13-Mar-2004 -- The confluence: In a private field beside a old dead tree stump, on the border of a copse of trees at an attitude 337m some 100m North of the Renaico river in hamlet of “El Morro”. Our GPS error was ±11m.
En route back to Santiago from trekking in Argentina we decided to break the interminable haul up the Panamerican highway with a quick detour to see if we could bag another confluence point. Point 38°S 72°W seemed a likely candidate, apparently not too far off the road.
We swung off the highway through the town of Mulchén and headed down the dirt road directly to the confluence point. Primarily a logging road, we had to pull off at various times as logging trucks barrelled down at us in a cloud of dust. Surrounded by mixed native and planted forest, and occasional wide open fields it looked like this confluence would be easy to get to. Only a kilometre to go, in the hamlet of “El Morro”, we rounded a bend to see a pristine garden, high walls - very obviously private property.
We asked someone about the owner but he was a “gringo” who wasn’t there and we would have to talk to the administrator who had left to do some work on the property. No idea when he would return. While waiting around we saw a group who had just recently returned from trail biking in the area and went over to ask them about possible access.
They told us that the road bent around to near where we needed to go and that we should go talk to Juan, the administrator, who was working near the confluence point.
We followed the road and turned tentatively off onto a track through what was very definitely private property. Luckily we met Juan who reluctantly let us cross some fields towards the picturesque Renaico river. We parked 100m from the point. Up and over a stile, we walked to the point on a sloping field just on the border of a small copse of trees.
It was like being in a well manicured British country estate. As we approached the point the error on the GPS got greater due to the tree coverage and so we danced the confluence waltz, East two, three; South two, three; West-north-west two, three …. gotcha!.
We took the required photos (The checklist is a must) and then back up to tell the trail bikers of our success. They were laying the table for a Chilean “asado” (BBQ) and amongst the meat and salads was a GPS.
Amazed to find out about the project and even more so to find that they had a confluence pretty much in their back garden, they invited us to celebrate our success and join them. We shared food and tales of travels, confluences, little known spots in Chile and toasted our second confluence with great Chilean wine.
This is the serendipity that makes the confluence adventure so worth while.
Many thanks to José Tomás Díaz; Andrés Palma; Ignacio Barros; Gustavo Valenzuela; Rodrigo Valenzuela; Neil Taylor and Juan José Galan for their wonderful hospitality.
Español
En un prado en terreno privado al lado de un tronco de
un árbol muerto, al borde de un bosque a altura 337m, 100m al norte de
Río Renaico en el pueblito de El Morro. Nuestro error de GPS era 11m.
Rumbo de vuelta a Santiago tras hacer andinismo en Argentina decidimos
darnos un descanso del viaje interminable por la Panamericana, saliendo
del camino para ver si fuera posible visitar otra confluencia no
visitada. 38°S 72°W estaba cerca de la Panamericana y al lado de un
camino.
Tomamos la salida para Mulchén y tomamos un camino de tierra
que parecía ir directamente a la confluencia. El camino sirve para
camiones llevando troncos de madera y en varias oportunidades tuvimos
que pararnos al borde del camino para dejar pasar los camiones que nos
dejaron en una nube de polvo. El camino fue por bosques mixtos con
especies nativos e importados y algunos prados y nos dió la idea que la
confluencia sería muy accesible.
A un kilómetro de la confluencia, en
el pueblito El Morro fuimos por una curva en el camino para
encontrarnos frente a un hermoso jardín con murallas altas y un pórtico
impresionante - obviamente terreno privado. Preguntamos al jardinero
por el dueño, pero dijo que como el dueño, también un gringo, no
estaba, tendríamos que hablar con el administrador que justo había
salido a hacer un trabajo. No supo cuando iba a volver.
Mientras esperabamos, vimos a un grupo de personas que estaban volviendo de un paseo en moto y fuimos a preguntarles sobre posible acceso a la confluencia. Nos dijeron que el camino iba cerca a donde ibamos y que debiéramos hablar con Juan, el administrador, quien estaba trabajando allí cerquita. Seguimos el
camino por terreno privado, encontrándonos con Juan, quien, algo
renuente, nos dejó ir por el borde de un riachuelo bonito hacia la
confluencia.
Detuvimos el auto unos 100 metros de la confluencia.
Fuimos por una escalera para pasar una cerca caminando hacia el punto
que estaba en un prado en declive al borde de un bosquecito. Era como
un parque inglés perfecto. Acercándonos, el error en el GPS se fue en
aumento por la cantidad de árboles y tuvimos que hacer el baile de la
confluencia. "Este, dos tres; Sur, dos tres; Oeste, dos, tres,..¡Ahí
estamos!" Sacamos las fotos necesarias (hay que llevar la lista o te
olvides) y volvimos a donde los motociclistas para informarles de
nuestro éxito.
Estaban preparando un asado chileno y, entre las fuentes
de ensalada y carne hubo un GPS. Fueron fascinados por el proyecto,
sobre todo como tenían una confluencia allí, casi dentro de su jardín,
y nos invitaron a celebrarlo con ellos en el asado. Compartimos comida
y anécdotas de nuestros viajes, confluencias, partes desconocidas de
Chile, e hicimos un bríndis a nustra segunda confluencia con
un vino chileno excelente.
Es por las experiencias así que vale la pena la aventura de buscar confluencias.
Con muchísimas gracias a José Tomás Díaz, Andrés Palma, Ignacio Barros, Rodrigo Valenzuela, Neil Taylor y Juan José Galán por un asado delicioso y una tarde maravillosa.