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02-Apr-2007 -- Este viaje se comenzó a gestar mientras volvíamos de la épica Confluencioterapia I ; quedamos tan entusiasmados con ese enloquecido viaje que algunos de nosotros ya estábamos pensando en el siguiente durante el mismo regreso.
Lo mismo que nos está pasando ahora, que ya tenemos en mente la Confluencioterapia III (Próximamente).
Hacia fin del año pasado Pablo y yo ya estábamos viendo donde juntábamos un puñado de diez confluencias para reincidir: la Meseta de Somuncurá sumada a la sucesión de feriados de Semana Santa fueron el lugar y el momento elegidos. Esta vez, la novedad fue que se nos ocurrió invitar a nuestras esposas para hacer “Confluencioterapia de Pareja”.
Hubo varios interesados más en venir, pero no siempre todos podemos hacer lo que queremos; muchas veces las obligaciones laborales y de las otras se interponen a nuestros deseos y es así cómo sólo quedamos Pablo y yo a bordo. Sabemos lo que le costó a Osvaldo Fá y a Paquita bajarse del viaje.
Hubo un gran trabajo previo de cartografía durante el verano, ya que casi todas las confluencias estaban fuera de caminos conocidos y tuvimos que quemarnos las pestañas para poder predeterminar los tracks que nos acercarían a cada una de ellas. Yo me ocupé de hacerlo con mapas del IGM y el Google Earth, mientras que Pablo lo hizo con los de la Secretaría de Energía. Los resultados fueron excelentes y nos complementamos a la perfección.
Así llegó el día de salir. El lunes 2 de Abril nos encontramos temprano por la mañana en la ciudad rionegrina de General Roca. Adriana y yo habíamos llegado la noche anterior y Pablo, con Marisa y Matías, habían salido a la madrugada desde Bahía Blanca.
Llenamos los tanques y nos largamos por la ruta 6 hacia el sur rumbo hacia El Cuy, “disfrutando” de los últimos 100 km de asfalto de la semana.
La cacería estaba a punto de empezar.
LA PRIMER CONFLUENCIA EN PLENO DESIERTO
Después de un frustrado intento por ahorrar algunos km, antes de llegar a El Cuy nos desviamos hacia la izquierda por una huella en el medio del monte que recorría distintos puestos a lo largo de 34 Km. para ir en busca de la 40°S 68°W envueltos en una nube de un finísimo polvo que parecía talco y empezando a practicar el “Tranquerismo” que nos acompañaría todo el viaje.
El "Tranquerismo" es un tratamiento de la Confluencioterapia de Pareja que consiste en que nuestras esposas se bajasen a abrir y cerrar tranqueras, combinando el ejercicio físico con el dificultoso ejercicio mental de descifrar cómo cerrarlas, sobre todo cuando son modelos no convencionales; realmente algunas son difíciles de cerrar.
La verdad es que sin mucha dificultad alcanzamos aproximarnos a 45 metros de la confluencia, solamente separados por un infaltable alambrado. (Que difícil es poner las chatas sobre las confluencias !)
La primera de la serie fue capturada sin problemas y dejamos el primero de los muchos “monolitos” de piedras que atestiguarán para futuros visitantes nuestra presencia en las confluencias visitadas.
Sacamos las fotos obligatorias después de la clásica “Danza de las Confluencias” para dar exactamente con todos los ceros y luego desandamos el camino hacia El Cuy para reaprovisionar combustible y encarar el largo enlace a la 41°S 70°O , por la solitaria Ruta Provincial 67.
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02-Apr-2007 -- This trip was birth as we were returning of the epic Confluencetherapy I ; we were very enthusiastic with that crazy adventure and we were thinking in other similar trip during the same return.
Same situation have occurred now: we are thinking in Confluencetherapy III (Coming next).
At the end of last year (2006), Pablo and I were looking for a geographic area to join 10 confluences to relapse: Somuncurá Plateau added to a couple of non labor days near the Easter were the place and the date selected. This time, the news would be to invite our wives to do “Couple Confluencetherapy “.
There were some friends interested but it is difficult to coordinate labor and other things with our wishes. Finally, only Pablo and I remained on board for the trip.
There was a big previous job of cartography during the summer because almost all the selected confluences looked like out of the known roads. We had to work hard to look for the possible tracks to approach to each one. I did my job with IGM maps and Google Earth and Pablo worked with Secretary of Energy website. The results were excellent because the jobs were complementary: a real team working.
The day disposed for the taking off arrived and Monday April 2nd we met ourselves early in the morning at General Roca city. My wife Adriana and I had arrived the previous night and Pablo, his wife Marisa and his son Matías had departed in the morning from Bahia Blanca.
We refilled the tanks and we drove along the provincial road 6 with southern course to El Cuy, enjoying with the last 100 km of asphalt of the week.
The hunting was ready to start.
FIRST CONFLUENCE IN THE MIDDLE OF THE DESERT
Before arriving to El Cuy, we turned left by a path along a chain of lonely modest houses of peasants during 34 km. We drove involved in a cloud of fine dust like talc and our wives started to practice “Tranquerism”, a permanent activity during the trip.
Tranquerism is part of the Confluencetherapy that consists in the following: our wives should open and close rural gates, previous a hard mental analysis of the type of lock of each gate. The models of rural gates were infinite and some locks were very difficult to understand.
Actually, we reached the first confluence of our trip very easily, because we approached with the vans up to 45 meters, when a fence avoided arriving directly over the point. (What difficult is to place the vans over a confluence!)
As it would be usual in our trip, we left the first stone memorial that we built to witness our presence.
We took the obligatory pictures after doing the “Confluence Dance” to claim the zeros in the GPS and then we return by the same path to El Cuy in order to refill gasoline.
Our next step would be to go far for the lonely provincial route 67 for reaching the second confluence, the 41°S 70°W .