English

05-Apr-2007 -- UNA LARGA CAMINATA

Como ya conté en el relato de la 42°S 69°O, terminamos durmiendo en las chatas. El problema fue a la madrugada, cuando la temperatura bajó de cero y hubo que echar mano de las camperas y las frazadas. El premio fue un amanecer espectacular a la vera de la Ruta 67.

Desayunamos y salimos hacia el norte pero a poco de movernos, Pablo descubrió una goma desinflándose, así que volvimos a Gan Gan a repararla antes de subir a la meseta. En realidad habíamos acampado la noche anterior sobre un manto de tunales espinosos que de casualidad no fue un desastre para los neumáticos.

Finalmente emprendimos la subida a la meseta por la excelente y serpenteante Ruta 67 recorriendo la sorprendente Pampa de Talagapa cercana a los 1400 msnm antes de asomarnos a Somuncurá.

Algunas estancias muy bien equipadas aparecieron cerca del paralelo 42, lo mismo que unas encantadoras lagunas que se apreciaban desde el camino.

En el paralelo 42, la ruta cambió completamente pasando a ser una huella denominada Ruta 5. Apenas lo cruzamos empezó la desenfrenada aproximación a 42°S 68°O, consultando a los puesteros sobre las supuestas huellas que nos arrimarían a la misma.

Después de algunos intentos fallidos, Don Milipil pareció darnos la pista y comenzamos a acercarnos circulando próximos a uno de nuestros tracks teóricos.

Más adelante, otro puestero, ahora Don Cayupán, nos dio permiso para seguir pero ya no había camino visible.

No creo que puedan avanzar mucho más por los tunales – nos alertó haciendo un esfuerzo por vencer su timidez, casi escondido detrás de unos arbolitos.

Estábamos a 8.5 km y a simple vista el terreno era accesible. Vadeamos un arroyo y empezamos a esquivar los tunales cada vez con mayor dificultad. Parecían alfombras de puerco espines dispuestos a atacar nuestros neumáticos al menor descuido.

A 6,75 km concluimos que iríamos más rápido a pie que en chata, así que equipados con nuestras mochilas y mucho entusiasmo, a eso de la una de la tarde empezamos la caminata Pablo, Matías y yo. La ansiedad de capturar una confluencia difícil no nos hizo pensar que 6,75 km en línea recta serían alrededor de 15 km ida y vuelta, considerando los pliegues del terreno, la vegetación espinosa y el suelo pedregoso. Cuando empezamos a cansarnos ya era tarde para esa reflexión.

A las dos horas de marcha alcanzamos esta esquiva confluencia, la más solitaria que he visitado hasta ahora.

Hasta nos costó acomodar las piedras de nuestros clásicos monolitos, ya que las grandes rocas esparcidas por la meseta parecen hormigonadas. Como premio por si alguien vuelve a visitarla (Teléfono para Julián!!!) dejamos una moneda de 25 centavos en el monolito. Vaya sorpresa para algún arqueólogo del año 5000 que crea haber encontrado vestigios de una civilización perdida del siglo 21 …..

El regreso fue terrible. El cerro Solitario, a cuyo pie dejamos las chatas y las mujeres apenas se veía y el cansancio nos hacía parar a reponer fuerzas a cada rato.

Curiosamente sólo tardamos media hora más que a la ida. En total 4 horas y media para visitar un punto que podía ser cualquier otro: son cosas de la Confluencioterapia.

Ya teníamos 5 vistas exitosas y una incompleta y todavía teníamos ganas de ir por las restantes.

Desandamos el camino mientras comimos algo sobre las chatas, dejando nuestros respetos a los puesteros, a los que les dejamos como agradecimiento algunos de los alimentos de preparación rápida que ya no necesitaríamos. Después de dárselos, mientras viajamos se nos ocurrió pensar que tal vez no sepan leer las instrucciones…….

La “Ruta 5” nos condujo por los confines de la meseta casi hasta El Caín por paisajes sorprendentes; debido a lo avanzado de la tarde no llegamos hasta El Caín y tomamos la incipiente huella que lleva Los Menucos con la intención de tratar de capturar la 41°S 68°O hoy mismo.

Lo que no consideramos es que por unos 50 km el camino, no nos permitiría andar a mucho mas de 10/15 km/h de promedio. La ventaja es que pese a los saltos y vibraciones, verdaderas pruebas de fuego para las chatas, uno podía ir viendo tranquilamente el paisaje y las detenciones para sacar fotos en realidad no empeoraban el promedio.

Fue el primer verdadero asomo a la inmensidad de la meseta de Somuncurá en la zona de la laguna Soledad.

Es realmente duro llegar hasta aquí pero confieso que estas soledades me atraen de un modo irresistible. No creo que la Suzuki piense igual, ya que se quejaba con crujidos continuos.

Finalmente bajamos de la meseta al atardecer en el “joven” poblado de Prahaniyeu, donde la ruta se volvió tal y encontramos más de dos personas juntas y varias casas. Inclusive una línea eléctrica proveniente de Los Menucos le daba un modesto toque de modernidad a ese rincón ignoto de la meseta.

Se fue haciendo de noche y con ello se perdió la posibilidad de otra confluencia, por lo que cambiamos los planes y nos dirigimos directamente a Los Menucos, donde por suerte conseguimos alojarnos en la hostería del ACA, donde además pudimos cenar y descorchar un champagne para festejar la difícil conquista del día.

Mañana temprano iríamos por la séptima, la 41°S 68°O.

English

05-Apr-2007 -- A LONG TREKKING

As I told you in the narrative of the confluence 42°S 69°W, we finished the previous day sleeping in our 4WDs. The hassle was before sunrise when the temperature descended below zero and we need to catch coats and blankets for covering us. The award was a spectacular sunrise aside the Route 67.

We had breakfast and we departed to the north but immediately Pablo discovered a flat tire. So we returned to Gan Gan to fix it, because he had only one spare. Really, in the darkness, we parked aside the route on a place covered for sharpened “tunales”; it was a miracle only one puncture in both 4WD.

Finally we began to go upward to the plateaus by the excellent and zigzagging Route 67, crossing the surprising “Pampa de Talagapa”, a big flat highland around 1400 meters on sea level before to reach Somuncurá.

Some ranchos very good established appeared near the parallel 42 and very nice lagoons in the landscape, too.

At the parallel 42, the route changed completely. It became a small and dirty path named Route 5. As soon as we crossed the parallel, it started the frenetic run for approaching to the confluence, asking to the peasant about our supposed tracks.

After a couple of failed attempts, Mr Milipil seemed that gave as the key and we began to approach using our tracks. Some kilometers ahead, another peasant Mr. Cayupan, gave us permission to continue in his land but the clear path was finished.

I don’t believe that you can progress ahead this point, due to the sharpened “tunales” – told us with a big effort to win his timidity, hidden behind some small trees.

We were at 5.3 mi of the confluence and the terrain seemed accessible. We forded a stream and we drove among the “tunales” with difficulties and very slowly. It looked like a carpet of porcupines ready for attacking our tires if we have some small careless.

At 4.2 mi we decided to stop with the 4WDs. The approach would be faster on foot and with low risk. We caught some bottles of water and we start the trekking.

Our enthusiasm didn’t allow calculating the effort to do. 4.20 mi in straight lime implied around 9.3 miles considering to go upward and downward and on the rocky surface. When we realized, it was later for changing the decision.

Two hours we needed to reach the confluence, the loneliest that I have visited.

To accommodate the stones for our classics memorial was difficult too due to all stones seemed concreted to the land. We left as award a coin of 25 Argentinean cents in the memorial for future visitors. What surprise for some archeologist of year 5000 that believes to find vestiges of unknown civilization of the Century 21….

Curiously, we only spent half hour more for coming back. We spent four and a half hours for visiting an ignored point in the middle of nowhere: things of the Confluenceteraphy.

We already had five successful visits and one incomplete and we still had in mind to catch more.

. We came back to the Route 5 meanwhile we eat something on the trucks. We left greetings to the peasants that allowed entering in their lands and we gifted some quick foods that we had and we didn’t need. Meanwhile talking during the trip, we realized that likely they couldn’t read the instructions…..

Route 5 led us by the borders of the plateau almost until El Caín by astonishing landscapes; due to we didn’t have enough time, we didn’t enter into El Cain and we took directly the blur and bumpy path that lead to Los Menucos with the intention to catch the confluence 41°S 68°W this afternoon.

But we didn’t consider in our schedule that for about 50 kilometers, the path didn’t allow to go more than average speed of 15 Kph. The advantage was that the low speed allowed seeing very well the landscapes without delays for taking pictures.

It was the first looking out to the immensity of the Somuncura Plateau around the Soledad lagoon.

It was very hard to reach these places but I must say that these loneliness spots are irresistible for me. I don’t believe that my Suzuki Vitara thinks the same because its structure complained with continuous groans. It was a hard road test for the 4WDs.

Finally, at sunset, we went downward from the plateau to fall in the young town of Prahaniyeu, where the route became a route. There we find people and houses with electricity trough a transmission line that joins them with the civilization.

The darkness was falling and with it our possibilities to reach another confluence was over. We changed the plans and we drove directly to Los Menucos, where luckily we got two rooms for everyone and we could have a nice dinner for recovering energies at the ACA Hotel.

Tomorrow morning, the seventh, the 41°S 68°W.