15-Oct-2009 --
English
LA CONFLUENCIA DEL GIGANTE
La visita a esta confluencia fue parte de una expedición que un grupo de once amigos hicimos al norte de la provincia de Santa Cruz en seis camionetas 4x4, con el objetivo central de cruzar esa provincia desde la cordillera al mar a través del paralelo 48, haciendo escalas en las intersecciones con todos los meridianos que lo cruzan.
El relato completo de toda la travesía, haciendo clic aqui.
Esta confluencia fue la novena de la serie de doce que capturamos en todo el viaje. La anterior fue la 48°S 69°O.
Cuando estábamos planeando el recorrido nos habíamos planteado de al menos unir dos consecutivas con recorrido lo más off-road posible alineados con el paralelo 48, evitando las rutas.
Fue una excelente decisión, ya que la huella, muy poco transitada nos llevó por entre paisajes imponentes y nos reveló la situación actual de las estancias patagónicas de esa zona: si no hay minería o turismo, están abandonadas, con sus puestos cerrados, tranqueras abiertas y alambrados caídos. Es triste, pero para el off-road es una bendición porque no hay limitaciones para moverse.
Animales, solamente silvestres: guanacos y avestruces en cantidades ilimitadas, pero ovejas y vacas, ni una.
En la Estancia El Piche, tocamos por un rato la RP 75 hasta que un poco más al sur, en un gran bajo inundable, encontramos el acceso a las estancia San Antonio y Nueva Argentina. De nuevo, el camino, bastante roto por corrientes de agua, no presentaba signos de tránsito reciente, pero coincidía casi exactamente con el track teórico.
Seguimos esa huella por muchos kilómetros que por momentos parecía muy buena, pero cada tanto nos recordaba con pozos imprevistos que no teníamos que entusiasmarnos. Después de la estancia San Antonio, la cual encontramos abandonada, seguimos hacia el este por inhóspitos pero hermosos paisajes cruzando tranqueras abiertas en desuso y alambrado caídos hasta llegar a la estancia la San Miguel, donde la huella torcía al sur, directo a la confluencia; sin embargo la alegría duró poco porque como bien decía Earth Google al aparecer un cañadón la huella se perdía a 6 kilómetros de la misma.
Nos dio bastante trabajo encontrar como bajar al cañadón y cómo cruzar el cauce seco al final del mismo por sus altas riberas y por la vegetación robusta debida a la ocasional presencia de agua, pero lo logramos y volvimos a subir a unos cerritos de tierra de colores y canto rodado a 2 kilómetros de la confluencia.
Raudamente los recorrimos y la encontramos tal como Earth Google nos había dicho: a la vera de una enorme laguna, ahora seca, en el medio de un paisaje lunar. Otra vez las chatas estacionadas sobre una confluencia, la llamada SERGIO FILLASTER, por la factura de la huella que nos había traído aquí.
Para salir le metimos por el medio de la laguna, Fueron casi 10 kilómetros de fondo arenoso que requería motores bien alegres. Fue un paseo inolvidable, con la hermosa sensación de “se hace camino al andar” al ver por los espejos las huellas que dejaban las chatas a la espera que alguna futura inundación las borre.
Pero algo tenía que salir mal, al llegar sedientos de nafta a la estación de servicio YPF de Tres Cerros sobre la RN 3, resulta que no tenían y tampoco sabían cuando tendrían nafta. Las cuatro nafteras al horno y el plan previsto, a la basura, sobre todo el deseado campamento en Bahía Laura frente al mar.
Enseguida, a ver los mapas y las alternativas: Fitz Roy, San Julián, Puerto Deseado, ir a Bahía Laura y alguna regresa a buscar combustible fueron algunas de las ideas tiradas.
Finalmente, decidimos ir a Puerto Deseado por el ripio, pasando por la próxima confluencia, la 48°S 67°O y resignar el campamento frente al mar en Bahía Laura.
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GIGANTES’S CONFLUENCE
The visit to this confluence was part of an expedition that a group of eleven friends did by the north of province of Santa Cruz in six 4WD cars. Our main goal was to cross the province along the 48th parallel, doing scales at the intersections with all of its meridians.
Complete narrative of the travel, please click here.
This confluence was the nineth of the chain of twelve that we caught along the trip. The previous was the 48°S 69°W.
When we were planning the draft of the trip, we had the idea of joining at least two confluences in “off-road mode” mounted along the parallel 48, avoiding the routes.
We made an excellent decision because the lonely paths led us among impressive landscapes and revealed us the real situation of Patagonian ranches in the area: without mining and tourism, practically all of them were abandoned, with their unoccupied farmhouse, open gates and felt fences. It is very gloomy but for off-road activities it is the best because there are no limits for moving.
Animals, only wild: guanacos and ostriches in unlimited quantities, but cows and sheeps, none of them.
When we passed through the ranch “El Piche” we touched the PR 75 by a few kilometers, until we found, in a flood area, the entrance to the ranches “San Antonio y Nueva Argentina”. Again, the path showed very low recent use but it was a copy of our theory tracks. Its state wasn’t the best.
We followed this path for many kilometers. Some time the surface of it improved, but unexpected holes remembered us that we should reduce the speed. After the ranch “San Antonio”, another abandoned farmhouse, we continued to the east for inhospitable but beautiful landscapes, crossing open gates and fences felt into disuse, until we arrived to “San Miguel” ranch, where the track turned to the south, straight line to the confluence. Nevertheless, the happiness didn’t last for too long because, as Earth Google said, the path missed into a ravine at 6 kilometers from the confluence.
We worked hard to find how to go down by the ravine and then how to cross the dried bed at the bottom of it due to the high riverbeds and robust bushes along of them. But finally we reached the way. Then we went up to some low hills composed by red lands and stone gravel at only 2 kilometers of the confluence.
Swiftly we did these 2 kilometers and we found the confluence as Earth Google said: at the riverbed of the very big dried lake, in the mille of a lunar landscape. Again all 4WD cars parked on a confluence, named SERGIO FILLASTER, due to the creator of the path used for arriving here.
For leaving the confluence, we decided to go by the middle of the dried lake. Ten kilometers of sandy soil required very much power from the engines. It was an unforgettable drive, with the beautiful feeling of “making the path to go”. Our footprints stamped in the virgin bed, surely will be erased in future floods but it was nice to see them.
But something was wrong; when we arrived thirsty of gasoline to YPF gas station of Tres Cerros, on NR 03, they didn’t have it any and the worst of all, they didn’t know when they would have again. Four of us needed gasoline and then our plans weren’t feasible, specially the camping in Bahia Laura in front of the sea.
Immediately, we consulted the maps to imagine alternatives. Fitz Roy, San Julián, Puerto Deseado, Laura Bay with someone sacrificed for refilling were some of that ideas.
Finally, we made the decision to go to Puerto Deseado, passing by the next confluence, the 48°S 67°W and to decline the camping in front of the sea in Laura Bay.