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25-Nov-2005 -- UNA LARGA CAMINATA Y DOS ENIGMAS
Si bien la acuática visita a la 37°S 57°W, nos había dejado exhaustos, el entusiasmo por cumplir el plan completo de viaje podía más. Repuestos después del baño y el almuerzo en Pinamar, salimos directo hacia el oeste por la ruta 74 hacia Las Armas, donde reaprovisionamos combustible y agua caliente para el mate.
El polvoriento camino vecinal hacia Labardén salía unos pocos kilómetros hacia el oeste; según las satelitales nos pondría a unos 3 km de la confluencia y a partir de allí, veríamos sobre el terreno como podríamos arrimarnos. Teníamos muchas ganas de llegar pero pocas de caminar ...
Estábamos en el punto más próximo frente a una tranquera con candado, cuando el GPS marcó 2900 metros de distancia. Intentamos contactar alguna persona en los puestos cercanos pero no apareció nadie así que tuvimos que desistir del vehículo. Por lo tanto, a caminar 6 km en total. Cansados pero animados, lentamente nos fuimos acercando, saltando algunos alambrados más.
Finalmente, después de casi 45 minutos de larga caminata, llegamos a la confluencia, con la inmensa alegría de haber conquistado el último bastión terrestre de la provincia de Bs As. Ahora sólo faltaba que alguien con una lancha se ocupe completar las dos acuáticas que faltan en la zona de Bahía Blanca (3963 y 3962).
El regreso fue duro, ya que al cansancio se sumó el viento en contra, que no habíamos notado a la ida. Cuando a lo lejos se empezó a ver nuestra camioneta, también vimos un jinete que parecía observarnos: seguramente el encargado del campo le habrá llamado la atención que dos personas se metan 3 km en su propiedad y vendrá a buscarnos – nos dijimos.
Sin embargo se dirigió a la camioneta y estuvo algunos minutos observándola mientras nosotros nos acercábamos. En determinado momento, en vez de esperarnos, vimos que se alejó rumbo a uno de los puestos donde habíamos intentado pedir permiso infructuosamente.
Mientras caminábamos de regreso, nos preguntamos: justo ahora, en nuestro minuto de gloria vamos a tener problemas ?
Ya en la camioneta, decidimos ir a ver al jinete así le explicábamos el porqué de nuestra presencia y evitamos consecuencias y malos entendidos. Nos fuimos hasta el puesto y de nuevo no encontramos a nadie. El jinete se había esfumado. Entonces, nos olvidamos del asunto y emprendimos el trayecto hacia la ultima de la serie, la 3658, aunque ahora ya no estábamos tan ansiosos por lograrla como al principio.
Por el camino a Labardén, vimos venir una camioneta blanca a nuestro encuentro y resultó ser de la Policía !!!. Le dije a Pablito: quedate tranquilo, sólo vamos a tener que dar explicaciones, seguro que el jinete llamó por radio y nos vienen a buscar para interrogarnos. Sin embargo al cruzarnos, nos hicimos el clásico saludo con las luces y seguimos normalmente.
Dos enigmas quedaran sin respuesta: el jinete nunca sabrá porque estuvimos allí (salvo que lea este relato en www.confluence.org)y nosotros nunca sabremos que pensó el jinete de nosotros y si él llamó a la Policía.
Sobre la autopista de la Ruta 2, pusimos rumbo hacia la última confluencia del día y entonces, la falta de señal satelital nos dio una señal: se iba a hacer muy tarde y no nos iba resultar fácil llegar a la 3658, teniendo en cuenta el relato de los visitantes anteriores.
Mejor volvíamos tranquilos a casa. La misión se había cumplido sobradamente, cinco confluencias sobre seis no estaba nada mal.
De la 3658 seguramente nos ocuparemos algún próximo domingo aburrido con la excusa del bingo del paralelo 36 que ya conté en otros relatos.
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25-Nov-2005 -- A LONG WALKING AND TWO ENIGMAS
The aquatic visit on 37°S 57°W have left us very tired, but the enthusiasm to achieve our plans was stronger. Recovered after the bath in the sea and the lunch in Pinamar, we departed to the west by route 74 to “Las Armas”, where we refilled gasoline and hot water for the “mate”.
The dirt rural path to Albarden was a few kilometres to the west and according to the satellital photographs it would put at 3 km of the confluence. There, we would analyze the ways to do the approach to it. We had very much desired to reach the confluence but very low desired to walk ...
In front of a gate with a padlock, the GPS indicated 2900 meters in straight line to the confluence in the nearest point. We tried to contact someone in the near ranch houses for permission but noone appeared; then we had to leave the vehicle and started to walk for 6 km round trip.
Tired but encouradged, we slowly approached the confluence, jumping some fences again. Finally, after 45 minutes of walking, we reached the exact confluence point. We were very happy because we had conquered the last unvisited land confluence in the Buenos Aires province. Now, someone with a boat must attempt to reach the last two water ones near Bahia Blanca to complete all of them (39S 63W and 39S 62W).
The return was hard, because the opposing wind added to our fatigue and difficulted our progress. When our car was visible, we also saw a horseman ridding towarrd us. Probably the landowner saw us and wanted to know what we where doing there.
Nevertheless, he turned to our 4x4 and was several minutes around it, searching some reason for our presence. Then, as we approached, he rode to his near ranch house, that we have visited for permission at first without signs of human presence.
We wondered: just now, in our minute of glory, do we have to have problems ?
Already in our car, we decided to go to meet the horseman in his house to explain our presence and to avoid bad interpretations. We went to the ranch house and again noone appeared. A horse was there but the men wasn’t. Then, we forgot the matter and returned to our route to the last confluence of the trip, the 36S 58W.
On the rural path near Labardén, a white pickup approached us and resulted to be the police !!!!!. I said to Pablito: Be quiet, surely we will have to do some explaining about our adventure because the horseman called by radio and the police went after us.
When both cars met, a typical greetings with the lights and nothing else.
Two enigmas will remain without answer: the horseman will never know why we were there (except that he reads this narrative in www.confluence.org) and we will never know what he thought of us and if the police was called for him.
On the paved highway of route 2, we put the course to the DC 36S 58W, the last confluence of the day when the loss of the satellital signal gave us a signal: better to go directly to home because the new visit would be by night and the narrative of the previous visitors indicated difficulties to access.
The mission was enough completed: five on six successful visits were not bad for two days.
The confluence 36S 58W will be part of other trip with the excuse of completing the line 36 across the country, like I explained in other narratives.