#4: [07-Sep-14]

#2: [07-May-05]

06-Dec-2008 --

English narrative

LA PRIMERA DE SAN JUAN Y DE GUSTAVO

Esta confluencia fue parte de un viaje exploratorio a la provincia de San Juan, denominado Expedición Don Juan debido a lo que finalmente fue nuestro lugar visitado más valioso: un emprendimiento minero abandonado llamado así. Los detalles de ese viaje los podrán disfrutar en el link previo.

Pasamos por Villa Media Agua, con la idea de ir para Los Berros y Pedernal siguiendo la desconocida RP 319 con el objeto de intentar remontar el cauce del río de las Cortaderas con destino a la confluencia 32°S 69°O.

Al llegar a la zona del río, en la Pampa del Acequión, el mismo resultó un inmenso delta seco con mil ramificaciones, sin un cauce claro a seguir. Sin embargo don Google nos había marcado otra cosa.

Intentamos por varios de los cauces a duras penas pero siempre se cerraban, hasta que uno de esos ramales, con mucha dificultad nos dejó avanzar.

Estábamos a apenas 15,4 km de la confluencia, lo que parecía infinito al ritmo que llevábamos. La peleamos unos km hasta que finalmente apareció lo que Don Google nos había mostrado: un cauce ancho, pedregoso pero transitable con precaución; inclusive en algunos tramos había tenues huellas borradas por las crecientes.

Lentamente nos fuimos acercando a la confluencia sin saber si llegaríamos muy cerca, ya que los antecesores que la habían capturado por vez primera habían dejado las chatas a 6 km porque el río era intransitable. Al llegar a ese límite, observamos en el GPS que circulábamos hacia la curva de nivel de los 2000 como por una estrecha “península” y no vimos problemas en continuar y lo hicimos hasta acercarnos a 262 metros, donde los GPS nos dirigían a una ladera bastante empinada, al pie del cerro Los Marayes, frente al cerro Potranca.

Lentamente fue verdaderamente lentamente, ya que los 15 km nos llevaron casi dos horas; considerando que habíamos sorteado un desnivel de casi 500 metros desde la ruta.

Allí nos bajamos de las chatas y nos fuimos caminando a cazar esta remota confluencia, de la mano del GPS de Gustavo, que estaba ansioso por debutar en esta actividad.

Seguimos una picada de animales que rápidamente nos acercó al cruce imaginario del paralelo 32 y del meridiano 69, logrando de este modo la captura de bautismo de Gustavo, Coco, Maxi y Fede que así se graduaron de noveles “Confluence Hunters”.

Luego, al volver a las chatas lo hicimos por la misma picada pero al llegar retomamos lo que a la postre sería parte del ritual confluenciero de este viaje: la otra “picada”, la de veras, con pan casero, salame casero, queso, leverbust, mortadela, salchichón, etc., regada con un buen vinito para festejar. Al menos para este viaje, consideraremos a la “picada” como un elemento obligatorio más para validar una visita.

El regreso fue naturalmente más rápido ya que era en bajada y teníamos a la vista nuestras propias huellas. En una hora estábamos de nuevo en la ignota ruta 319 con destino a Barreal. La otra confluencia del viaje fue la 32°S 68°O, dos días después.

English narrative

FIRST CAPTURE IN SAN JUAN AND FOR GUSTAVO

This confluence was one of the chapters of the exploring journey to San Juan province, named Don Juan Expedition due to our most valuable visited place: an abandoned mining site named so. You can appreciate more details of this trip in the previous hyperlink.

We went to Villa Media Agua with the idea of passing by Los Berros y Pedernal following the unknown 319 provincial route and attempting to go along the riverbed of Cortaderas River to reach the 32°S 69°W confluence.

When we arrived to the place where the river crossed the route, in Pampa del Acequión, the riverbed didn’t turned out to be what Mr. Earth Google showed: many small riverbeds of unknown destination and difficult accessibility instead of a clear and easy path upstream to the confluence.

We attempted with big efforts by many of them but they always closed our advance due to narrow riverbeds or inexpugnable bushes. Finally, with difficulties, one of them let us progress.

We were at 15.4 kilometres of the confluence that looked infinite according the average speed that we developed. We fought many kilometres until finally the forecast that Mr. Google had showed us appeared: a wide and clear riverbed plenty of small rocks but possible to transit with our 4WD; in some sectors we found almost invisible old footprints of other cars erased by the floods of the river.

Slowly, we were approaching us to the confluence without knowing how near we were going to arrive with the cars. Our predecessors left the car a 6 kilometres before due to an “impossible progress”. When we arrived to this limit, we appreciated in different way the terrain and we continued without big problems until we reached a position in the riverbed that pointed in the GPS 262 meters to the confluence. We were at the foothills of Los Marayes, in front of the Potranca hill.

Slowly, it was really slowly. We spent two hours to advance fifteen kilometres, after 500 meters of difference in height from the route to the confluence.

We went down of our cars and walked uphill by a natural path and we reached quickly the imaginary intersection of the parallel 32 S and meridian 69 W. Gustavo, Maxi, Coco and Fed were graduated as “Confluence Hunters” in this beautiful place.

Then, when we returned to the cars, a typical argentine snack (“picada” composed by salami, cheese, homemade bread, etc) and a delicious red wine were waiting for us to celebrate the conquer and the four new confluencers on the Earth. Thereafter for us in this journey this will be in an obligatory “confluence snack” to validate a visit.

The return was naturally quicker and easier because the slope was downstream and we saw our footprints. In one hour we were again in the 319 route ready to go to Barreal for new adventures.. Next confluence, the 32°S 68°W, two days after.