16-Oct-2009 --
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LA CONFLUENCIA DE GUILLERMO LOZA
La visita a esta confluencia fue parte de una expedición que un grupo de once amigos hicimos al norte de la provincia de Santa Cruz en seis camionetas 4x4, con el objetivo central de cruzar esa provincia desde la cordillera al mar a través del paralelo 48, haciendo escalas en las intersecciones con todos los meridianos que lo cruzan.
El relato completo de toda la travesía, haciendo clic aqui.
Esta confluencia fue la duodécima y última de la serie de doce que capturamos en todo el viaje. La anterior fue la 48°S 66°O.
Seguimos off-road por la costa hacia el norte hasta donde se pudo y luego buscamos la RP 64 que lleva a la boca de la ría, en la Punta Jenkins. Después torcimos a la estancia 8 de Julio, de allí al puente del Río Deseado y luego salimos a la RN 281 a la altura de la estación abandonada de Antonio de Biedma.
Nos reagrupamos en Jaramillo y seguimos hacia Fitz Roy, donde además de reponer combustible, nos esperaba el camino de acceso a la confluencia final, la que deberemos capturar con un solo tiro en la recámara, debido a la avanzada hora de la tarde.
Encontramos el desvío y en la primera bifurcación optamos por dividirnos por las dudas: Julián, Eduardo y Pablo irían por el sur a través de la estancia Monteverde por el camino más corto y Marcelo, Guillermo y yo por el norte, haciendo el rodeo más largo.
La decisión fue buena porque al rato por VHF nos avisan que en la estancia Monteverde les habían impedido el paso, así que nosotros ganamos valiosos minutos de luz para tratar de llegar de día.
Por suerte, el track teórico andaba muy bien y servía de enlace entre estancias, a sí que no teníamos problemas en seguir adelante.
A 3.3 kilómetros apareció la huella incipiente que teníamos dibujada, la que serpenteante, después de una tranquera, nos permitió arrimarnos a 200 metros sobre el cauce seco de un arroyito, el que remontamos con las chatas para volver a estacionarlas sobre la confluencia. Obviamente el grupo que se trabó por el sur, apenas tuvo la noticia que nosotros podíamos, no tardó en llegar antes que anocheciera para sumarse al logro.
Ahora teníamos una virgen cada uno con nombre propio. Ésta llevará el nombre de GUILLERMO LOZA, que era el último que aún no tenía una propia
El final de una aventura impresionante.
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GUILLERMO LOZA´S CONFLUENCE
The visit to this confluence was part of an expedition that a group of eleven friends did by the north of province of Santa Cruz in six 4WD cars. Our main goal was to cross the province along the 48th parallel, doing scales at the intersections with all of its meridians.
Complete narrative of the travel, please click here.
This confluence was the twelfth and last of the chain of twelve that we caught along the trip. The previous was the 48°S 66°W.
We followed off-road for the coast to the north until we could and then we looked for the PR 64 that led to the mouth of the Deseado river, in cape Jenkins. Thereafter, we turned to the ranch “8 de Julio”, then to Paso Marsicano (bridge on Deseado river) and finally we found the NR 281 at Antonio de Biedma railway station.
We regrouped at Jaramillo and we followed to Fitz Roy, where in addition of refilling gasoline, we found the path to the final confluence. We didn’t have a lot of time to catch it because the nightfall was near and the darkness attempted to avoid our success.
We found the path planned and in the first bifurcation we chose for dividing in two groups: Julián, Eduardo and Pablo would go by the south trough the ranch Monteverde, by the shortest path and Marcelo, Guillermo and me by the north, doing a big loop around longer.
The decision was good because the group by ranch Monteverde announced us by VHF radio that in the ranch didn’t allow continuing. Then, we won very valuable minutes for reaching the confluence with daylight.
Luckily, our theoretical track was very good because it was the link between many ranches and so we didn’t need permission.
At 3.3 kilometers of the confluence appeared the weak and zigzagging path that we had in our GPS; we opened a wire gate and then approached by the path at 200 meters of it. We continued off-road by a riverbed of of dry stream and we parked again the cars on the confluence. Obviously, the other group arrived after some minutes when they known that we could arrive.
Now each one of us have one virgin confluence with our own name. This last confluence took the name of GUILLERMO LOZA, the last confluence owner of the team.
The final of an impressive quest.