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21-Abr-2016 -- Aprovechando un feriado largo de Abril nos fuimos a recorrer parte de la zona central del estado de São Paulo. En este viaje logramos conquistar cuatro nuevas confluencias.
El jueves 21 de Abril, luego de un frugal almuerzo en São Carlos (y de haber conquistado la confluencia 22S 48W), partimos hacia el oeste. Por una ruta secundaria pero en muy buen estado (SP-215) entramos para conocer algunas ciudades pequeñas, como Ribeirão Bonito y Dourado. Luego cambiando varias veces de rutas pasamos por Bocaina, Bariri e Itaju.
El interior de São Paulo está salpicado de ciudades (pequeñas o de mayor tamaño) que en general presentan conjuntos arquitectónicos muy ricos, en la mayoría de los casos herencia del ciclo del café que ocupó buena parte del siglo XIX y que empezó a declinar a partir de la década del 1930. Caminar por estas ciudades, con casarones y palacetes muy bien mantenidos, con plazas arboladas y jardines de diferentes estilos, ya de por si justifica una visita. São Carlos, Dourado, Bocaina son solo algunos de los muchísimos ejemplos con los que nos podemos encontrar.
Dejando atrás Itajú llegamos a las riberas del rio Tiete, aquel que naciendo en la Serra do Mar cerca de Salesópolis luego corta en dos la ciudad de São Paulo, convirtiéndose en un curso de agua absolutamente contaminado, para ir internándose en el interior del estado (ya a la altura de Itajú tiene un tamaño mucho más significativo, y sus aguas están casi limpias) y desembocar en el Paraná (que muchísimos km más adelante va a depositar sus aguas en el Río de la Plata frente a mi ciudad natal, Buenos Aires). Para atravesar el río en este punto existe una balsa, que cada 30 minutos realiza el cruce. El valor me sorprendió gratamente: apenas 9 reales. Esperaba bastante más, considerando los muchos y caros peajes que estamos condenados a pagar por las estradas de São Paulo. Luego de 10 minutos de balsa ya estábamos en Arealva, la ciudad en la margen opuesta del río, y en la zona de la confluencia.
Unos 10 km después de Arealva salimos a la ruta SP-321 a la altura de Jacuba (un pequeño poblado), doblamos a la derecha y a los pocos kilómetros otra vez a la derecha por una estrada de tierra. Este camino nos llevó a aproximadamente 1500 metros de la confluencia, frente a un portón trancado con candado. Dejamos el auto bien encostado al portón para dejar la calle libre, y es muy importante no interferir en la estrada ya que si bien es muy tranquila y en apariencia poco transitada, es rodada por los enormes camiones azucareros que en su avance, a veces a no tan baja velocidad, van levantando inmensas nubes de polvo por caminos no tan firmes.
Tras atravesar el portón los primeros 500 metros son por una senda (con señales de ser transitadas por camionetas) que termina en un segundo portón, a partir del cual empezó lo mejor del día: una caminata por un hermoso campo de grama verde salpicado de bosquecitos y algunas palmeras aisladas, fueron unos 900 metros por este paisaje idílico hasta conseguir poner en cero el GPS y emprender el regreso. Lamentablemente en todo este tramo no vi a nadie como para presentarme y pedir permiso, ni siquiera vi animales. Solo la naturaleza y los sonidos del campo al atardecer.
De vuelta al auto retornamos a la ruta SP-321 que nos llevó directamente, con una hermosa luna llena saliendo por el este, a la ciudad de Bauru, donde pasaríamos la noche.
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21-Apr-2016 -- Taking advantage of a long holiday in April, we promenade part of the central area of São Paulo state. In this trip were able to conquer four new confluences.
On Thursday, 21 April, after a great lunch in São Carlos (and having conquered the confluence 22S 48W), we set out towards West. On a secondary route but in very good condition (SP-215), we went to see some towns, such as Ribeirão Bonito and Dourado. Then changing route several times, we passed by Bocaina, Bariri and Itaju.
The interior of São Paulo is dotted with cities (large or small) that usually provide architectural ensembles very rich, in the majority of cases inheritance of the coffee years that occupied much of the 19th century and began to decline from the 1930's. Walking through these cities, palaces, very well maintained, with tree-lined squares and gardens of different styles, with big houses that justifies a visit. São Carlos, Dourado, Bocaina are only some of the many examples with which we can find.
Leaving behind Itaju, arrived at the banks of the river Tietê, that born in the Serra do Mar near Salesópolis then cut in two the city of São Paulo, turning it into a water course quite polluted, and later go deep into the interior of the State (at Itaju already have a much more significant size, and its waters are almost clean), which lead to the Paraná (many km later going to deposit their water in La Plata river to my city natal, Buenos Aires). There is a raft, making the crossing every 30 minutes to cross the River at this point. The value I was pleasantly surprised: just 9 reais. Expected quite more, considering them many and expensive tolls that are condemned to pay by the roads of São Paulo. After 10 minutes of raft already were in Arealva, the city in the margin opposite of the River, and in the confluence area.
About 10 km after Arealva we went to SP-321 route at Jacuba (a small town), we turned right and the few kilometers again right into a dirty road. This path led us to approximately 1500 meters of the confluence, facing a pad lock gate. We leave the car at gate to not block the road, and it is very important not to interfere with the road since although it is very quiet and seemingly little busy, huge sugarcane trucks that past sometimes not so slow, are raising vast clouds of dust on roads not so firm.
After crossing the gate the first 500 meters are by a path (with signals of be traveled by trucks) that ends in a second gate, starting the best part of the day: a walk by a beautiful green grass field dotted with some isolated Palm trees, were after 900 meters by this landscape idyllic we get put in zero the GPS and start our way back. Unfortunately in all this section I didn't see anyone to introduce myself and ask for permission, even an animal. Only nature and the sounds of the field at sunset.
Returning to the auto we started our way back by the route SP-321 that led us directly, with a beautiful full moon, to the city of Bauru, where would spend the night.