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22-Jul-2018 -- LAS LLAVES MÁGICAS

Y un día teníamos que volver a la cacería de confluencias. Y volvimos en este viaje.

Las confluencias que quedan en Argentina son pocas, ubicadas lejos de los centros urbanos y con accesos complicados y riesgosos, por eso son las últimas sobrevivientes y por eso también son las más codiciadas por cazadores hambrientos.

La Provincia de Catamarca tenía tres sin visitar todavía y entonces armamos una expedición para tratar de bajarle el stock de no visitadas hasta donde pudiéramos.

Aprovechando que coincidía mi semana de vacaciones laborales con la de mi hijo en la Facultad nos propusimos una salida juntos como hace mucho que no hacíamos e invitamos al incansable cazador pasionero Hugo Perret a que nos acompañe, quien aceptó de inmediato. Fue difícil obtener más quorum porque estábamos en plenas vacaciones de invierno y la gente normal sale con su familia a disfrutar de turismo convencional, no a cansarse y sufrir tratando de llegar a un punto donde no hay nada, o lo peor donde ni siquiera se sabe lo que hay…

Nuestro objetivo sería tratar de lograr al menos dos de las tres confluencias, considerando que seguramente nos demandaría por lo menos un día cada una desde su mejor aproximación y que si bien la distancia en línea recta entre ellas no es muy grande, la geografía alarga los recorridos hasta llegar a triplicarlos para unirlas por lo que pese a tomarnos una semana, no nos iban a dar los tiempos para todas.

Nos concentramos en dos de ellas: 27°S 66°O y 28°S 66°O, dejando como “bonus track” la 26°S 68°O si de casualidad nos sobraba tiempo.

Salimos el viernes a la noche de Buenos Aires con rumbo a Catamarca con la idea que el domingo intentemos la 27°S 66°O para la cual disponíamos del nombre de una estancia cercana y después de mucho googlear, de un número de teléfono para eventualmente pedir permiso para acceder por allí.

Cuando nos pudimos comunicar con Alejandro y su madre, dueños de la estancia Los Timones, nos invitaron a pasar su casa en la ciudad de Catamarca así le explicábamos nuestras intenciones en persona.

El sábado a la tarde los encontramos, le contamos más en detalle nuestro propósito y sin ningún problema nos extendieron una esquela de puño y letra para que le presentemos a su puestero Luis Fregenel para que nos franqueara la entrada; desde la RP04 había unos ocho kilómetros hasta la confluencia, prácticamente sin caminos o huellas visibles en las satelitales.

La cuestión es que al llegar a la zona, los lugares por donde pensábamos entrar para llegar al puestero tenían tranqueras con candados, con lo cual todo parecía naufragar antes de zarpar.

Buscando alternativas, dimos con un poblador, Juan, quien nos entendió enseguida y cuando le mostramos la nota, inmediatamente fue a buscar un llavero a su casa y nos facilitó las llaves para ingresar y atravesar otras puertas internas pese a que la nota no iba dirigida a él. Supusimos que de esa manera encontraríamos a Luis y luego nos ocuparíamos de nuestra confluencia, aunque nos pareció raro que Alejandro no nos alertara de esta situación.

Siguiendo los tracks que habíamos relevado en Earth Google y utilizando dos veces el llavero, llegamos a lo que creíamos era el casco de la estancia Los Timones donde moraba Don Luis, a siete kilómetros de la confluencia.

Todo estaba muy cuidado y nada abandonado pero de Don Luis, ni noticias. Todo seguía siendo raro…

A partir de allí ya no había más huellas y lo bueno era que los cerros, muy empinados, eran amigables para circular con las chatas por que le pusimos la proa a nuestro destino dejando la visita a Don Luis para el regreso.

Con mucho cuidado nos fuimos aproximando por las crestas de los cerros hasta sólo cuatro kilómetros de la confluencia, donde una tranquera con candado de la cual no teníamos la llave nos frenó. Una pena, porque el panorama para seguir arrimando motorizados era muy prometedor.

A partir de allí, armados de algunas provisiones y de nuestros bastones de trekking comenzamos la caminata de los cuatro kilómetros restantes, lo cual fue muy duro y esforzado ya que además debimos elevarnos 400 metros en forma absoluta pero atravesando cinco cordones montañosos lo que implicó un desarrollo mucho mayor tanto en recorrido a nivel de piso como en vertical.

La cuestión que llegar a la confluencia nos demandó poco más de dos intensas horas pero nos dio la primera gran alegría del viaje: redujimos una del stock de “unvisited” después de mucho tiempo.

Fotos de rigor, un poco de descanso y reposición de calorías y emprendimos el regreso, que pese a ser en “bajada” de nuevo los cordones montañosos nos consumieron todas las energías disponibles hasta llegar a las chatas.

Repuestos de la caminata, desandamos el camino con las chatas primero para ver si encontrábamos a Don Luis, que siguió ausente sin aviso y luego devolver las llaves al generoso Don Juan. Allí nos enteramos por qué no encontramos a Don Luis: lo que nosotros creíamos era el casco de Los Timones, en realidad era una dependencia periférica ya que el casco estaba sobre la RP04 un poco más adelante. Don Juan entendió que veríamos a Don Luis sobre la ruta y luego iríamos a la otra dependencia, por eso nos dio las llaves…

Finalmente continuamos viaje de acercamiento al próximo desafío, la 27°S 66°O , para lo cual recorrimos la Cuesta que conduce a Los Varela y la Cuesta de Singuil para pernoctar en Buena Vista, en la vertiente este de los Nevados del Aconquija.

English narrative

22-Jul-2018 -- THE MAGIC KEYS

A day we have to return to catch confluences. And we returned in this trip

Confluences remaining at Argentina are few, located far away from urbans center with very complex and risky access, therefore they are the last survivors and most coveted for hungry hunters.

Catamarca province had yet three unvisited ones so we organized an expedition to attempt reducing the stock of “virgin” confluences.

Taking advantage of my working holidays overlapped with the student holidays of my son, we set out to a holiday week together as we didn’t do since a long time and we invited our friend and untired hunter Hugo Perret, who immediately accepted going with us. It was very difficult to get more partners because we were in the middle of the winter holiday and many friends went out on vacation with their family to enjoy of conventional tourism instead of going to points in the middle of nothing where there was probably nothing…

Our goal would be achieve at least two of the three virgin confluences, considering that it was very likely that we needed one day for each one, to approach from the best approximation, and one more day between confluences due to the complexity of the geography, which enlarges very much the tracks up to the triple of the straight line distance. Despite having a free week, probably the time would not be enough to do everything.

We put our efforts on two of them: 27°S 66°W and 28°S 66°W, leaving 26°S 68°W as a “bonus track” in case we had some time left.

On Friday night, Pablo and me left from ou home at Buenos Aires, toward Catamarca province with the plan of attempting the 27°S 66°W on Sunday morning. The only data available, as well as the satellital images, was the name of a near ranch; after “googleing” for hours, we found a telephone number to eventually call and ask for permission to accesss.

Once we were able to communicate to Alejandro and his mother, owners of the ranch “Los Timones”, they invited us to their home at Catamarca city in order to explain our strange purposes face to face.

Saturday after midday, we met and we explained with details our objectives and plans and without any problem, they extended a handwritten note to their keeper Luis Fregenel asking him to open the gates of the ranch for us; from PR04 there were eight kilometers to the confluence, many of them without roads or tracks observables in the satellital images.

The unexpected problem was, when we arrived to the entrance that we intended to use, the gate was locked. We had the note but we didn´t have the keys for entering. Oops!

Looking for alternatives, we found a settler, Juan, who understood right away our problem, and when we showed the handwritten note immediately brought us a key ring from his home that could unlock a couple of padlocks in our path, even though the note wasn´t for him. We supposed that it was the way to find to Luis and so we will go to the confluence. Anyway, it seemed strange that Alejandro didn´t alert about the initial gate locked to go where Luis was.

Folowing the tracks relieved from Earth Google at home and using two times the key chain, we arrived at the ranchouse that we had identified as “Los Timones” where allegedly Luis dwelled, at seven kilometers of the confluence.

The ranchouse was very well-kept and it looked like it has inhabited, but there were no news from the keeper Luis. Everything continued seeming strange.

We decided to go to the confluence anyway leaving the meeting with Luis for later; from there, there were no roads, only our theoretical tracks. Luckily, the mountains presented heavy but friendly slopes for climbing with our 4WD cars

Driving carefully, we climbed the mountains along the ridges up to four kilometers of the confluence at 2100 mosl when a gate with padlock stopped us. This time, our magic key chain didn´t have the key. It was actually a pity, because the chance to continue by car was very promising.

From there, we started our hike of four kilometers with appropriate equipment as trekking poles and enough water and foodstuffs. The path was very difficult because in addition to the long distance, we had to go up 400 meters and overcome five mountain chains that implied higher covered distances so much in horizontal as in vertical.

The arrival to the confluence took us a bit more than two intensive hours, but finally we could reach the great delight of putting our shoes on the virgin 27°S 66°W. One resistant unvisited confluence fell after a long time.

Ritual of pictures, dance of confluences on top of the perfect zeros and recovering of calories before the return. Even though then the hike was downgrade, the five mountain chains again demanded all our energies available up to arrive to our cars. Also, we were more tired each minute.

Recovered of the effort to do more than ten kilometers of hard hike in the mountains, we retraced the path done with the 4WD cars, first in order to find Mr Luis, who continued without signal of presence and then for returning the key chain to the generous Mr Juan. There, we realized why we had not find Mr Luis Fregenel when Mr Juan explained us: Mr Luis live on the route in the main ranchouse of Los Timones, and not at the secondary dependence that we described to Juan. Juan thougth that we would visit Luis and then we would continue to our objective. He gave us the keys because he had them anyway…

Finally we continued the trip to approach the next confluence during Sunday afternoon and complete Monday. Thursday will be the day for the next history, the remote 27°S 66°W , in the western face of the Nevados del Aconquija.