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30-Dec-2001 -- Después de haber investigado la ubicación de la confluencia, los tres miembros del equipo que viven en Santiago (Patricia, Roberto y Wilhelm), y los dos que venían de Estados Unidos (Andrés y Leah) y que trajeron la idea de descubrir la primera confluencia en Chile, emprendimos rumbo el Domingo en la mañana hacia la Zona de Caleu. Esta se encuentra a unos 65 kilómetros al Norte de la capital Santiago, y a sólo 11 kilómetros de la Carretera Panamericana, via terrestre que va desde Alaska hasta Tierra del Fuego.
Mediante mapas de la zona (escala 1:250.000), teníamos una idea aproximada de donde se encontraría la confluencia. Estimábamos que estaría en la zona de Caleu, al Sur-Sureste del Cerro El Roble (altura 2.222 m, 7,290 ft.), uno de los puntos más altos de la Cordillera de la Costa. Utilizamos además fotos aéreas (escala 1:20.000) para identificar los caminos locales de acceso al área. Esta zona corresponde a la Cordillera de la Costa de Chile, y Caleu es un pequeño pueblo de montaña en medio de esta cordillera, en una zona de cerros y quebradas prácticamente despoblada. La zona tiene un clima semi-árido, con vegetación natural principalmente de arbustos, además de unos pocos árboles plantados (frutales y otros como eucaliptus) en los valles. Es una zona en general de poco cultivo dada su aridez, y donde en el pasado pirquineros operaron pequeñas minas de oro.
Dado que el Cerro El Roble es uno de los picos más altos de la zona, la empresa de telecomunicaciones ENTEL (www.entel.cl) ha colocado una gran estación retransmisora de comunicaciones en la cima del Cerro. En días de buena visibilidad, desde esta cima se puede ver simultáneamente el Oceano Pacífico (aproximadamente 55 kilómetros hacia el Oeste), y el Cerro Aconcagua (aproximadamente 95 kilómetros hacia el Noreste). Este último cerro, con su altura de 6962 metros (22,841 ft.) es el punto más alto de la superficie terrestre fuera de los Himalayas.
Al llegar a la zona de Caleu, tomamos el camino de tierra que va a Lo Marin y La Capilla. Allí llegamos al punto donde el meridiano 71W intersecta el camino. El GPS nos indicaba que la confluencia se encontraba a 0,69 kilómetros hacia el Norte. Debido a los árboles y a lo ondulante del terreno era difícil visualizar exactamente donde estaba situada la confluencia. Hicimos media vuelta y cerca del retén rural de Carabineros tomamos otro camino lateral más hacia el norte, él que zigzagueando por los cerros nos comenzó a llevar más y más cerca de la confluencia. Casi en el punto más próximo de este camino a la confluencia (aproximadamente 200 metros de distancia con la confluencia) llegamos a la base de un teleférico privado de Entel. Este teleférico, que trepa por la ladera sur del Cerro El Roble y termina en su cima, fue construido para facilitar el acceso a la estación retransmisora, él que se vuelve difícil por tierra en los meses de invierno por la nieve y el hielo.
Estacionamos el vehículo todo terreno cerca de la base del teleférico a los pies del Cerro El Roble, y nos dimos cuenta que la confluencia parecía estar en una propiedad privada cuya entrada estaba cerrada por una reja metálica pintada de verde. Parándonos delante de la reja y llamando a viva voz, salieron a recibirnos el señor Leonel Stiglich y la señora Ivonne Fuentealba, quienes nos informaron que el propietario del terreno era el señor Xabier de Sasia, que vive fuera de Chile. También nos contaron que ellos viven en la propiedad y están a cargo de su cuidado. Enseguida nos dieron las mayores facilidades posibles para pasar a la propiedad y tomar fotos del lugar.
A partir de ese momento, y con la ayuda de los dos GPS (un Magellan 310 y un Garmin SP III) fue bastante rápido ubicar la confluencia. Una de las pequeñas dificultades al caminar eran los pinchos de los arbustos muy tupidos a ras de suelo que se nos incrustaban a través de los calcetines y pantalones, pero la caminata sólo se sintió como el último pequeño paso para llegar a la meta.
Al llegar al sitio exacto de la confluencia nos encontramos en un pequeño claro con dos caballos que rondaban por la vecindad, y unos árboles de manzanas. Desde la confluencia la vista está relativamente tapada por los árboles y arbustos, pero hacia el Norte-Noroeste se ve claramente la cima del Cerro El Roble con las antenas radiotransmisoras, y un poco más hacia el Oeste se pueden ver los cables del teleférico y una de sus torres intermedias. Después de sacar las fotos correspondientes, volvimos a la entrada del predio donde nos despedimos y agradecimos a nuestros huéspedes.
Después de un recomponedor almuerzo en un pequeño restaurant de la zona, decidimos subir a la cima del Cerro El Roble. El camino no fue problema con el vehículo 4WD que ha sido especialmente adaptado para actividades todo terreno. Recorrimos la cima del Cerro, donde además de las instalaciones de Entel existe una estación telemétrica de observación geofísica de la Universidad de Chile. Ambas instalaciones, en parte por lo remoto del lugar, operan en forma autónoma, es decir sin personal permanente en el lugar, él que sólo accede a la cima en casos de necesidad de mantención de los equipos. Dado que el lado de la cima del cerro desde el cual se ve la confluencia corresponde a la zona doblemente cercada por Entel y con grandes letreros indicando que se prohibe el paso, y no había nadie a quién solicitarle autorización o que pudiera abrir las altas rejas, no pudimos fotografiar la confluencia desde allí. Por lo tanto, lo hicimos desde más abajo en la ladera del cerro cuando veníamos descendiendo, desde una altura de aproximadamente 1490 metros, es decir unos 330 metros por sobre la confluencia, en un punto ubicado al Oeste de la misma.
Felices y satisfechos de haber logrado ubicar la primera confluencia en Chile emprendimos el regreso a Santiago hacia el atardecer.