English
13-Mar-2004 --
Mas o menos al medio día, por fin nos dirigíamos a buscar la confluencia. Supuestamente íbamos a salir desde muy temprano, pero como siempre, por una cosa o por otra salimos mucho más tarde de lo planeado. Habíamos acordado dos días antes posponer el viaje una semana mas, pero el viernes de ultima hora nos decidimos a ir ese mismo sábado.
Somos integrantes de un club de off-road local (explora 4x4) y desde que nos enteramos del proyecto nos interesó mucho y quisimos contribuir con nuestro granito de arena, buscando la más cercana a Cd. Juárez, que es donde vivimos. Además era un pretexto perfecto para salir en busca de un poco de aventura, que es lo que normalmente hacemos, pero la diferencia ahora es que había un propósito adicional.
Alrededor de una hora y media de camino hacia el sureste por la carretera Juárez-Porvenir nos tomó llegar hasta Práxedes G. Guerrero, que es el pueblo donde el mapa indicaba que debíamos tomar una brecha hacia el sur que nos llevaría a la confluencia. Ahí preguntamos en una gasolinera por la brecha y nos informaron que nos habíamos pasado, afortunadamente no por mucho, así que regresamos por donde veníamos y tomamos el camino correcto que al principio estaba pavimentado, pero unos tres kilómetros después se convertía en un camino de tierra que parecía bastante recorrido. Practicando un off-road de alta velocidad al estilo rally pasamos por arroyos secos, entradas a ranchos, curvas complicadas y debido a las recientes lluvias un que otro lodazal que hacían el camino bastante interesante.
Unas dos horas después llegamos a un rancho y el GPS indicaba que la confluencia se encontraba unos 300 metros mas adelante. Ahí conocimos al Don Hipólito que era el encargado y que nos informo que nos encontrábamos en el rancho San Antonio. A grandes rasgos le explicamos que era lo que andábamos buscando, y sin entendernos muy bien nos dio permiso de adentrarnos a la propiedad. Nos tomamos unas fotos con él y su perra "Meche" y emprendimos la búsqueda en los Jeeps avanzando entre los matorrales por un "camino" que en ocasiones desaparecía.
No nos fue muy difícil llegar hasta el lugar que estaba en medio de un plano entre los mezquitales. El terreno era semidesértico y los mezquites eran casi toda la vegetación existente en el lugar. No vimos ningún animal, pero muy probablemente la fauna consistía en su mayor parte de liebres, coyotes y víboras de cascabel. Eran las 2:53 de la tarde y nos encontrábamos a una altitud de 1370 msmn.
Estuvimos alrededor de una hora ahí tomando las fotos apropiadas y reparando una llanta de uno de los Jeeps que estaba perdiendo presión. Al iniciar el camino de regreso nos dimos cuenta que otro de los vehículos tenia una línea de combustible perforada, seguramente por una de las filosas espinas de los mezquites, por lo que tuvimos que detenernos para repararla. Nos despedimos de Don Hipólito y regresamos. Poco antes de llegar a la carretera principal uno de los vehículos se quedo sin gasolina y ahí perdimos un poco mas de tiempo, pero ya estamos acostumbrados a este tipo de incidentes menores así que el optimismo no bajó. Al final llegamos a nuestras casas a las 8 de la noche, un poco cansados y hambrientos, pero contentos por haber cumplido con nuestro objetivo.
En general la visita a la confluencia fue relativamente sencilla, ya que se encuentra en un terreno poco accidentado y de fácil acceso. Tenemos planes de seguir buscando las confluencias cercanas a nuestra ciudad, y esperamos poder contribuir para que nuestro estado sea de los primeros en tener todas sus confluencias visitadas, aun y cuando vivimos en el estado más grande y con mayor numero de confluencias (23) del país.
English
It was around noon and we were finally heading out to look for the confluence. We had planned to start the trip very early that day, but as it always happens, for one reason or another we took off a lot later. We originally had agreed on doing the trip the next weekend, but on Friday at the last minute we decided to do it that Saturday.
We are members of a local off-road club (Explora 4x4) and when we found out about the project we were immediately hooked, and decided to contribute looking for the confluence closest to our home city, Cd. Juarez. Besides, it was the perfect excuse to go and look for some adventure, which is what we always do, but this time with an additional purpose.
It took us around one hour and half going southeast through the Juarez-Porvenir highway to reach Praxedes G. Guerrero, which is the town where, according to the map, we were supposed to make a right turn to the south through a road that would take us close to the confluence point. We were told at a gas station that we had passed that road, so we drove back a little and made the turn to take what was a paved road for the first two miles or so and that turned into a fairly used dirt road. Doing some high speed rally style off-roading we passed through dry creeks, cattle guards, tricky curves, and due to recent rain some mud pits that made the road a very interesting one.
About two hours later we got to a rancho that the GPS marked as being about 800 feet from the confluence point. There we met Don Hipolito, who informed us the name of the place was ‘Rancho San Antonio’. We briefly explained him the purpose of our visit and without understanding much of what we were saying, he allowed us to enter the property. We took some pictures of us with him and his dog “Meche” and started the search driving the Jeeps through a “road” between the bushes that seemed to disappear occasionally.
It wasn’t so hard for us to find the spot, which was in a plain between the mesquites. The landscape was semi-desertic and the mesquites were most of the existing vegetation. We didn’t get to see any animal, but most probably the fauna consisted of hares, coyotes, and rattlesnakes. It was 2:53 in the afternoon and we were in an elevation of 4493 feet asl.
We were there for approximately and hour taking the necessary pictures and fixing a tire of one of the vehicles that was losing pressure. When we started the way back we realized that a fuel line in one of the Jeeps was leaking, probably stung by one of the sharp mesquite thorns, so we had to stop for a while and fix it. We said good-bye to Don Hipolito and headed back home. When we were about to reach the highway, one of the vehicles ran out of gas, and that made us lose a little more time. Since we are used to having these small incidents the optimism didn’t change. We finally got home at around 8 pm, somewhat tired and hungry, but happy for having completed our objective.
In general, our visit to the confluence point was relatively easy, mainly because it is located in a land that has good ways of access. We have plans to visit other confluences close to our city, so we can contribute for our state being one of the first states with all of its confluences visited, even when it is the largest and with the greatest number of confluences points (23) in the country.
http://www.explora4x4.com